jueves, 25 de octubre de 2018

PLENO DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


A LAS PUERTAS DEL CONGRESO






ORDEN DEL DÍA 

Sesión nº151 

Martes, 25 de octubre de 2018

Página (7)

 

Intervenciones de los Grupos Parlamentarios del Congreso de los Diputados

 

 

 

 



 VOTACIONES PARA SU APROBACIÓN


¿CIERRE EN FALSO?

MEJOR DICHO NO QUERÉIS CUMPLIR CON LAS OBLIGACIONES QUE TIENEN ASUMIDAS LAS CC.AA 





RADIO TENTACIÓN (Entrevista a la Concejala Inés Sabanés)

 

CRÓNICA APROBACIÓN RDL ÁBALOS VTC

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, durante su intervención hoy en el Pleno del Congreso. (EFE)

"La urgencia del decreto no se acaba de ver cuando se retrasan sus efectos a cuatro años después", lanzó el diputado de Ciudadanos Fernando Navarro, cuyo grupo ha votado en contra del decreto. "No estamos de acuerdo con la inseguridad jurídica que se va a crear. Ustedes sabían que esto iba a ocurrir, pero su postura es que el que venga detrás, arree", dijo entre aplausos del hemiciclo.

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El Congreso aprueba el Real Decreto de los VTC

 

Victoria del taxi: aprobado el decretazo anti VTC que amenaza el futuro de Uber y Cabify

El Gobierno ha logrado convalidar esta mañana en el Congreso de los Diputados el real decreto ley que limita la actividad de Uber y Cabify y protege los intereses del taxi. Es una gran victoria del sector del taxi. Aunque no ve cumplidas sus exigencias a corto plazo, sí cuenta ahora con una normativa que, tras cuatro años, delega por completo la regulación de las VTC a las CCAA y ayuntamientos y les da carta blanca para limitar a placer la actividad de Uber y Cabify. Sin embargo, pese a la convalidación, se ha aprobado también que su tramitación se haga como proyecto de ley. Es decir, se abre la puerta a realizar modificaciones en el texto final. Un contratiempo de última hora que puede cambiarlo todo en los próximos meses.

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miércoles, 24 de octubre de 2018

La solución a un conflicto en diferido

 Tras el Real Decreto Ábalos, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda Pedro Saura, indica que “desde el Gobierno estamos seguros de que en las grandes urbes hay espacio para todos. Taxis y Vtcs.

Defiende que cuantas más alternativas de movilidad haya en una ciudad, menos vehículos privados circularán por sus calles.

https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/10/23/companias/1540314826_850580.html



sábado, 20 de octubre de 2018

DECLARACIÓN DE CHEMA DÁVILA CONCEJAL SOCIALISTA

TENÍAMOS RAZÓN

Ya tenemos un mecanismo legal con el recién aprobado Real Decreto 13/2018 para combatir las injusticias producidas por los Vtcs al taxi.


Existe una doble vara de medir existiendo un grave perjuicio al sector del taxi.


El RDL habilita solo y exclusivamente a realizar transporte interurbano de viajeros....

Debe de haber una seguridad jurídica (que no la hay) para que los VTCs puedan realizar transporte urbano.


El RDL facilita la regulación urbana para que las CCAA puedan regular los VTCs modificando la Ley de Ordenación y Coordinación de los Transportes Terrestres de la CAM, Donde también es cierto que dentro del porcentaje del ámbito urbano, los ayuntamientos pueden desarrollar la Ordenanza especifica a expensas siempre, que la Comunidad Autónoma haga su correspondiente tara legislativa.

Tiempos de globalizar la economía

 La lucha del sector del taxi y la necesidad de acumulación del capital


1 - El porqué de esta situación

Ya hemos hablado en otros textos de las dificultades que atraviesa el capital para obtener beneficios desde los años setenta del siglo pasado. Para el sistema capitalista esta situación es catastrófica, pues su interés no está en generar bienes de consumo, empleo o bienestar social. La razón de ser del capital es precisamente generar ganancias, beneficios; la producción de bienes o servicios y su posterior venta no son más que el medio de conseguirlos; y el empleo solo es ofertado para el nivel y tipo de producción que rindan la plusvalía esperada.. El bienestar social no será más que un poso que pueda quedar en la medida en que no afecte a la ganancia y del poder de negociación de los trabajadores.

Pero, precisamente, no son tiempos para hablar de un poder de los trabajadores. Lejos de eso, lo que ha dejado un período de casi cincuenta años de beneficios huidizos ha sido una situación de confrontación permanente por parte del capital. Los personajes que encarnaron la puesta en escena de este nuevo orden, allá por los años 80, fueron Reagan y Thatcher. Pero las políticas que en la práctica han ido transformando antiguos salarios en beneficios incrementados fueron muy variadas. En el terreno laboral se debilitó el poder de los sindicatos, se facilitó el despido y las contrataciones temporales, se fragmentó a la clase trabajadora en base a tipos de contratación, etc. En cuanto a la extensión del mercado, se incorporaron el continente asiático y todo el este de Europa. Pero el mercado no solo se amplió geográficamente, también creció en cuanto a los sectores que ocupaba en el interior de los países tradicionalmente capitalistas. Con este objetivo se comenzó a transformar antiguas prestaciones públicas -no productivas mientras las ofrecía el Estado- en nichos de mercado y plusvalía. Nos estamos refiriendo a las pensiones, la sanidad o la educación privadas.

Los últimos diez años de profunda crisis han traído aparejados, por supuesto, un repunte de las prácticas ya descritas. Pero también han dado lugar a la búsqueda de nuevas fuentes de plusvalía que complementen los esquivos beneficios. Entre ellas podemos enumerar la sustitución del pequeño comercio por las grandes cadenas y el comercio online, la transformación de la tradicional vivienda familiar en un activo en manos de fondos de inversión o la conversión de lo que antiguamente hubieran sido empleados por “usuarios del servicio” que trabajan a cambio de una propina (Deliveroo, Glovo, etc). Entre estas nuevas fuentes de plusvalía es donde podemos encontrar los orígenes del conflicto del taxi.

El taxi es un sector complejo, donde se entremezclan autónomos, asalariados y pequeños empresarios (los flotistas). Pero las proporciones son muy disparejas. Si el sector suma unos 65000 trabajadores, solo unos 20-25000 son asalariados. El resto son autónomos, o lo que es lo mismo, no generan plusvalía, no son productivos desde el punto de vista del capital. El sector del taxi no es más que un nicho de nuevo mercado que las grandes compañías como Uber o Cabyfi -sería más correcto referirse a los inversionistas que tienen detrás- han detectado y quieren explotar.

Olvídense de expresiones grandilocuentes como liberalizar mercados, beneficios para el consumidor, etc. La realidad es que ahora hay unas 40-45000 personas que pueden dejar de trabajar para sí mismas para pasar a ser explotadas por una gran empresa generando beneficios. Y unas 20-25000 en manos de muy pequeños empresarios que, con el tiempo, irán siendo absorbidas por los gigantes del sector. Piensen entonces en empresas con nada menos que 65000 empleados y se harán una idea del volumen de la apuesta. También se imaginarán la presión que capitales de este calibre pueden estar ejerciendo sobre los legisladores.

2 - La situación actual

La fase veraniega de la huelga del taxi acabó con las espadas en alto por parte de los profesionales de este sector. La desconvocatoria de la misma solo ha sido un paréntesis para dosificar una lucha que será larga, recobrar fuerzas y evitar quemarse y deteriorar su imagen ante la campaña por tierra, mar y aire de los medios de comunicación, que actuaron a instancias de parte del sector de las VTCs (vehículos de turismo con conductor), de su patronal UNAUTO y del capitalismo antiregulación, la práctica generalidad del mismo.

A partir de Septiembre es previsible que vuelvan a producirse movilizaciones del taxi porque, al contrario de lo que se ha intentado hacer creer desde distintas instancias, el Gobierno no ha resuelto el problema sino que ha lanzado en unos casos la pelota hacia adelante, sin concretar en las exigencias del sector (no se ha aprobado una norma legal para hacer cumplir la supuesta promesa de volver a la proporción de 1 licencia VTCs por cada 30 de taxi (1/30), y en otros desplazando el balón regulatorio hacia abajo (Comunidades Autónomas), lo que es una trampa peligrosísima para el sector. En efecto, si las Autonomías se encargan de hacer cumplir la regulación de las licencias, se producirán situaciones asimétricas en las que unas mostrarán más celo en su aplicación, mientras otras tendrán un comportamiento más laxo al respecto. Ello debilitará la capacidad de presión colectiva del taxi en el plano nacional, al obligar a sus profesionales a dividir sus fuerzas entre las 17 Comunidades Autónomas, que presentarán diferentes niveles de aplicación de la legislación, lo que redundará en una menor solidaridad interna del sector en su lucha.

Por otro lado, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), un organismo público, supuestamente sometido al control parlamentario, ha venido actuando en este conflicto a favor de la desregulación del sector del taxi, favoreciendo la “libertad” sin restricciones en la concesión de licencias de taxi y de VTCs, lo que sobresaturaría un servicio que lleva camino de estarlo, generando un exceso de oferta que redundaría en un empobrecimiento de las condiciones económicas de los autónomos y asalariados del taxi y de los propios falsos autónomos de Uber y Cabyfi, empresas de VTCs, una parte de los cuáles trabajan ya en situaciones de mera supervivencia económica y de sobreexplotación laboral en el caso de las VTCs. Cabe señalar que los conductores de Uber y Cabyfi viven bajo un régimen laboral de una severidad brutal. Cumplen jornadas laborales de hasta 12 horas, durante 6 días a la semana, librando solo uno de ellos y durante su jornada laboral deben estar permanentemente conectados a la app (aplicación) de la empresa, se encuentren en la situación que se encuentren, sea ésta íntima y privada o de trabajo activo en ese momento. Todo ello para unos ingresos en los que es prácticamente imposible alcanzar los 1.000 € mensuales.

Es obvio que este tipo de propuestas, de momento frenadas por el Tribunal Supremo que se ha ratificado en la proporción de 1/30 licencias, tienen por objeto la total liberalización del sector, destruyendo el servicio público del taxi a medio plazo para, posteriormente, crear una situación de oligopolio privado de las VTCs, que lo sustituya.

Pero en esta cuestión no cabe engañarse. Con algún freno o sin ninguno a la penetración de las VTCs dentro del sector, la proporción de 1/30, más que un muro contra la expansión de estas empresas contra el servicio público del taxi no es otra cosa que la ratificación de que esa liberalización, siquiera parcial y por fases, se ha producido ya.

Y no es un proceso comenzado ayer. La legislación de las últimas tres décadas lleva preparando el terreno, aunque con algunos titubeos a la hora de su aplicación práctica. La Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres de 1987 ya contemplaba la proporción 1/30 en la concesión de licencias. Sin embargo, en 1998 se aprueba un Reglamento que fija que las solicitudes de autorizaciones de VTC se podrían denegar si hay más de 1 VTC por cada 30 taxis. Pero en 2009, con la Ley Ómnibus de Zapatero se eliminó la posibilidad de denegar autorizaciones, lo que supuso la invasión del sector. Aunque la denegación vuelve a activarse en un Real Decreto del 2015, el Tribunal Supremo sentencia que todas las solicitudes iniciadas entre 2009 y 2015 no podían paralizarse con posterioridad. Así, aunque algunas Comunidades rechazaban solicitudes, tanto Uber como Cabyfi seguían recurriendo hasta alcanzar al Supremo, donde el rechazo era anulado.

Así hemos llegado a la situación actual, cuando, según fuentes del Ministerio de Fomento, la proporción de licencias ya no es de 1/30 sino de 1/6, lo que indica la brutal penetración de las VTCs en el sector.

3 - La posición del Espacio de Encuentro Comunista (EEC) en la lucha del taxi por su supervivencia

Desde el EEC exigimos que el sector del taxi permanezca regulado como lo ha estado en el pasado, antes del intrusismo legalizado. Rechazamos la permanencia de VTCs en cualquier proporción que se establezca porque, por mínima que sea, será una puerta que permanecerá abierta para ir ampliando las licencias a estos intrusos, que no son en absoluto economía colaborativa sino desregulación del sector y sobreexplotación a sus trabajadores.

Consideramos que, dada la internacionalización de las grandes corporaciones de la llamada “nueva economía” y las asentadas sobre plataformas digitales (“gig economy”), es necesario internacionalizar, a su vez, las luchas de los sectores de trabajadores asalariados y autónomos que resisten el intento de degradar al máximo su profesión y sus ingresos. Uber y Cabyfi son multinacionales extendidas por medio mundo y los daños que provocan al sector del taxi son muy parecidos en todo el mundo. Hoy se hace más necesario que nunca el viejo, pero eternamente vigente, lema de “Trabajadores (proletarios) de todos los países, uníos”. Frente a la fuerza internacional del capital es necesario oponer la fuerza internacional de los trabajadores, especialmente cuando la UE ha establecido directivas que protegen los intereses de las multinacionales, así otros muchos países no europeos han implementado leyes con el mismo objetivo. Esto lo han comprendido muy bien los trabajadores  de Amazon que este verano lanzaron una huelga simultánea en España, Italia y Francia, lo que representa un avance hacia la idea de Eurohuelgas, y han constituido, junto con trabajadores de Alemania y Gran Bretaña, un comité de empresa europeo. Ante agresiones comunes, defensas de clase comunes.

Nuestro apoyo a los trabajadores autónomos y asalariados del taxi no la hacemos extensiva a los flotistas porque no defendemos al sector desde posiciones interclasistas y porque los flotistas, pequeños o grandes, son también explotadores que extraen la plusvalía y obtienen sus beneficios del trabajo de sus asalariados.

Del mismo modo, en tanto que la lucha del taxi contra las VTCs, representadas, entre otras, por Cabyfi y Uber -y la falta de compromiso de las administraciones públicas con el sector- debe mantenerse e intensificarse, creemos necesario denunciar la situación laboral de los trabajadores de estas plataformas. Son autónomos, cuyos jornadas laborales son, “en teoría” de 8 horas pero superan las 10 y media, debiendo tener las aplicaciones de conexión con sus plataformas durante, al menos, 12 horas, por salarios que rara vez sobrepasan los 800 € mensuales (de esos salarios han de salir los pagos de sus cuotas de trabajadores autónomos), por lo que la mayoría se encuentra en situaciones personales de pura supervivencia, siendo frecuentemente maltratados por sus superiores, que no les reconocen una relación laboral como tal.

Las patronales  intentarán enfrentar entre sí a los trabajadores de las VTC (“falsos autónomos” y asalariados) con los autónomos y asalariados del taxi para defender sus intereses empresariales. Unos y otros trabajadores deben evitar las provocaciones a las que se les intentará llevar. También se intentará evitar el apoyo de la clase trabajadora en general tildándoles de “privilegiados” y exacerbando su imagen más negativa. Pero debemos apoyar a los trabajadores por lo que son, y no por lo que puedan pensar. Defendemos el mantenimiento de la regulación del taxi porque defendemos los puestos de trabajo de sus autónomos y asalariados, del mismo modo que nos oponemos a la existencia de las VTCs pero, en tanto existan, defendemos también los derechos laborales de sus trabajadores, en un tipo de empresas cuyo milagro expansivo se debe a la sobreexplotación de unos empleados a los que no reconoce relación laboral y paga salarios de miseria, con el beneplácito de la mayoría de los gobiernos del mundo. De igual manera, se intentará.

UN TAXISTA, UNA LICENCIA.

NO A LAS VTCs. SÍ AL MANTENIMIENTO DE LA REGULACIÓN DEL TAXI.

NO A LA SOBREEXPLOTACIÓN LABORAL Y LA PRECARIEDAD DE LOS TRABAJADORES

 


 

 








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martes, 16 de octubre de 2018

EL ARMA SECRETA DE UBER "Artículo de opinión"

 

El arma secreta de Uber

ESTEBAN HERNÁNDEZ

16/10/2018 05:00 

Más de 46.000 trabajadores aeroportuarios de los EE.UU y de sus familias viven por debajo del umbral de pobreza. Son el 7% de los empleos que las compañías de los aeropuertos generan. Sin embargo, no son únicamente estos los que están atravesando un mal momento económico a pesar de tener trabajo. Según el informe 'Flying Right', de la Economic Rountable, una buena parte de estos trabajadores no pueden pagar una vivienda adecuada: a un 37% el alquiler les come buena parte de sus ingresos y un 5% vive en casas sin suficientes habitaciones para proporcionar privacidad y un espacio adecuado para la vida familiar. Y más de 194.000 empleados del sector han de recurrir a las ayudas que proporciona la asistencia pública, ya sea mediante el seguro de salud, Medicaid, los cupones de alimentos o las cantidades en efectivo. 1.200 millones de dólares de dinero público van a parar cada año a los trabajadores de bajos ingresos de este sector.

Estos datos resultan sorprendentes, aseguran en el informe, porque hace apenas una generación, la aviación contaba con abundantes empleados de clase media, a menudo articulados a través de la representación sindical, para los que las situaciones de necesidad apenas existían. Eran empleos que permitían ganarse decentemente la vida. Y sorprende aún más porque, mientras tanto, las ganancias de la industria aérea se han disparado: de 10.700 millones de dólares en 2013 a 38.000 millones en 2017. Los salarios anuales de los ejecutivos han aumentado mucho más que los salarios de los empleados según un análisis publicado por una coalición de sindicatos de aeropuertos.

Un mundo sin roces

Esto no es una tendencia de un sector, sino un modo de gestión global. 'Quartz' ha publicado una noticia, titulada 'El arma secreta de Uber es su equipo de economistas', en el que subraya el propósito último de la empresa. Como señalaba el coautor de 'Freakonomic, Stephen Levitt, “Uber es la encarnación de cómo sería la economía si la dirigiesen los economistas”. Por precisar más, es el mundo construido en el vacío por la ortodoxia liberal. Uber es una empresa en la que los trabajadores no cobran por jornada, sino por servicio, aportan los instrumentos para realizar su tarea (los automóviles, el mantenimiento, la gasolina) y corren con los gastos administrativos y fiscales derivados de ella. Es una firma que aumenta los precios conforme la demanda se incrementa. Es una empresa centralizada, que cobra por cada servicio realizado en un gran número de ciudades del mundo sin otros gastos que los derivados de una aplicación. Y es una compañía altamente capitalizada, lo que le permite contar con los fondos suficientes como para expulsar a la competencia y presionar a las autoridades mediante el cabildeo para que cambien las regulaciones que no les favorecen. Es así como se llega a un mundo perfecto y sin roces, el diseñado por los expertos económicos.

ESTAS FIRMAS EXPRIMEN A LOS PROVEEDORES Y CONSUMIDORES Y ACUMULAN GANANCIAS PARA SUS DIRECTIVOS Y ACCIONISTAS

Pero esto no funciona, no genera ingresos de verdad, si no se controla el mercado: si la fuerza de la empresa no es suficiente como para imponer precios, salarios y condiciones de funcionamiento. Y eso es exactamente lo que está ocurriendo. A esa situación se refiere el informe 'Taking Antitrust Away from the Courts', realizado por Ganesh Sitaraman, director del programa en Derecho y Gobierno de la Universidad Vanderbilt, y exasesor de la senadora estadounidense Elizabeth Warren. En el informe se subraya cómo hemos entrado en la segunda era del monopolio (la primera fue la del siglo XIX, en los tiempos de los 'Robber Barons') y cómo las concentraciones de poder son la norma en las economías occidentales. En EEUU, cuatro aerolíneas controlan el 80 % del mercado, tres farmaceúticas el 99% de su sector y cuatro compañías de carne el 85% del suyo. El Fortune 100 representa casi el 50% del PIB y, dentro de ellas, las 20 principales empresas capturan el 20%.

El poder contra la economía común

Según Sitaraman, siguiendo un movimiento cada vez más extendido entre los estadounidenses, que tienen una larga tradición de lucha contra el poder económico en forma de gran corporación, esta clase de poder es una amenaza para la economía estadounidense, pero también para la libertad y la democracia. En lo material, los monopolistas tienen la capacidad de hacer rehenes a los consumidores, de proveer bienes y servicios de peor calidad, y de ampliar la desigualdad, ya que estas grandes empresas utilizan su poder de mercado “para exprimir a los proveedores y consumidores, obteniendo de ellos mayores ganancias, que acumulan para sus directivos y accionistas, quienes ya se encontraban entre los más ricos de la sociedad”. La concentración también lleva, vía monopsonio, a salarios más bajos, y ataca la innovación, ya que no necesitan mejorar sus bienes y servicios cuando el mercado es suyo.

ESTOS GRUPOS CONTRATAN EJÉRCITOS DE ABOGADOS PARA EXPLOTAR CUALQUIER AMBIGÜEDAD DE LA NORMA O PARA VENCER EN LOS TRIBUNALES

Este poder económico también es un peligro político, por su capacidad de influencia sobre los reguladores y sobre los dirigentes electos de la sociedad, pero también sobre las asociaciones de empresarios, sobre los sindicatos y sobre las autoridades locales. A diferencia de las pequeñas empresas o del ciudadano común, cuentan con gran cantidad de recursos para hacer lobby, así como pueden contratar ejércitos de abogados cuando los problemas se dilucidan en los tribunales o incluso previamente, para explotar cada palabra ambigua que aparece en una norma.

¿Por qué suben los precios?

Hasta aquí el diagnóstico de Sitaraman. El problema es que su descripción tiene demasiado que ver con lo que está ocurriendo en las economías occidentales, lo cual hace que los problemas se acumulen. De una parte, porque cuando se tiene el poder es fácil que los salarios no lleguen al mínimo indispensable para reproducir el nivel de vida de los empleados, como ocurre con los trabajadores citados. Por otra, porque obliga a destinar grandes cantidades de recursos públicos a cubrir lo que las firmas han dejado de abonar a sus contratados. Pero también porque los precios para los consumidores quedan al arbitrio no de las necesidades de las grandes empresas, sino de su simple poder. Suben los precios porque pueden hacerlo, y esto lo estamos viendo en muchos bienes esenciales en España.

CUANDO LA EMPRESA SE HA HECHO CON EL MERCADO, SE ACABARON LA EFICIENCIA Y LOS PRECIOS BARATOS.


En este sentido, las empresas tecnológicas no son más que un paso adelante en esa dirección, como bien demuestra Uber. La idea de fondo, que describía muy bien Peter Thieles invertir en sectores que puedan ser objeto de monopolio, y una vez conseguido ese lugar dominante, presionar a todos los participantes en la cadena para obtener de ellos la mayor cantidad de recursos posible.

El punto de vista liberal

Impedir que este tipo de poder domine el mercado debería ser un objetivo esencial desde la propia visión liberal. Pero, por algún motivo, y desde luego no teórico, los economistas y politólogos liberales entienden que este reparto del mercado beneficia a la eficiencia y al cliente, y por eso impulsan las concentraciones. Sin embargo, esta idea no es cierta ni siquiera desde ese punto de vista, y desde luego no lo es ni a medio ni a largo plazo: cuando la empresa se ha hecho con el mercado, esto es, cuando se ha convertido en un monopolio o en parte de un oligopolio, se acabaron la eficiencia y la guerra de precios. El caso de Uber, una vez más, es significativo: ya que depende de la oferta y de la demanda, o más propiamente de la forma en que los algoritmos que han creado organizan la oferta y la demanda, cuando no exista competencia, o cuando sean solo un par de empresas las que presten este servicio a nivel global, los precios subirán notablemente, porque para eso serán un monopolio, como hoy vemos con otros.

NO SON SOLO LOS SALARIOS: hay elementos de consumo, del mercado y de la política que quedan desestructurados con esta forma de operar.


La iniciativa de Sitaraman, realizado para The Great Democracy Initiative, un 'think tank' ligado al Roosevelt Institute, es importante a la hora de ofrecer algunas alternativas, como lo es el documento, ‘A Better Future for Corporate Governance’, realizado por 14 académicos británicos, especialistas en gestión, impuestos, contabilidad, finanzas o derecho, para atajar el cortoplacismo de los empresas. Porque los problemas derivados de esta clase de poder son muy amplios, ya que han reestructurados las cadenas de valor de forma que beneficien a los accionistas y a los directivos. La desigualdad contemporánea está directamente relacionada con esta tendencia, porque supone que grandes partes de la sociedad se vean privadas de recursos que se canalizan hacia la parte de arriba: trabajadores, proveedores y empleados de proveedores, clientes, las comunidades que se beneficiaban de la cercanía geográfica de las grandes empresas, así como los comercios locales, o quienes resultaban beneficiados con recursos públicos que ahora van destinados a trabajadores en activo, entre otros. El aspecto salarial es importante, pero no es el único: hay elementos de consumo, de funcionamiento del mercado y de la política que quedan desestructurados con esta forma de operar de las empresas. Arreglar esta forma de operar es esencial si se quiere que la economía funcione correctamente y que beneficie a una parte amplia de la sociedad, y no a solo a quienes ya tienen poder y recursos.

FUENTE: 

https://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/tribuna/2018-10-16/el-arma-secreta-de-uber_1630625/?utm_campaign=BotoneraWebapp&utm_source=whatsapp&utm_medium=social

lunes, 15 de octubre de 2018

LAS MENTIRAS TIENEN LAS PATAS MUY CORTAS 2

Con el ya tan URGENTE  RD Ábalos sobre el fallido cerco regulatorio a los Vtcs, parece que su efectividad va perdiendo fuelle.

Según declaraciones efectuadas de Eduardo Martín (UNAUTO), a un medio de prensa,  les dice que “ a las CC.AA les costará 3.700 millones expropiar las licencias VTC”. Parece que desde el ministerio de asustaron y tomaron la decisión de desarrollarse el RDL en un principio otorgando cuatro años de moratoria, ampliándose a una posible indemnización complementarias de dos años recogiendola en la Disposición Transitoria. 

¿Entonces cuál va a ser el plazo real: cuatro – seis años? 

¿Dependerá de cada ayuntamiento? 

¿O quizás de un acto arbitrario de la Dirección General del Transporte Terrestre?.Y

Y digo yo, y al sector del taxi que se ha visto perjudicado ante toda esta irrupción especialmente desde el año 2013 cuando se os declara definitivamente como un transporte discrecional, ¿qué pasa que nosotros no hemos perdido económicamente nada?. 

Podemos echar números y, esas administraciones que quieren a toda costa que entre la competencia en el ámbito urbano de los desplazamientos de los ciudadanos, la realidad de los datos dará la razón de porque el taxi debe exigir a las tres administraciones, el daño que está suponiendo está irrupción mediante una reclamación de daño patrimonial. 

EM: La nueva norma otorga competencias a comunidades autónomas y ciudades para regular sobre la materia. 

Las competencias de transporte según la CE y según el TC en Sentencia 118/1996 lo dejan muy claro. Cuando un transporte realiza un servicio íntegramente urbano e interurbano es competencia de las CC.AA donde se realice el mismo. 

Para ello, se aplicará en cada escenario competencial su regulación. Es decir, aún realizándose un transporte urbano inicio y final en un mismo municipio.

Es necesario que tenga unas licencia o con la autorización ya pueden hacer transporte urbano como interurbano. Según EM "En la práctica, lo que hace es darle el poder a alcaldes y presidentes autonómicos para exigir una licencia adicional a las VTC".

El RDL a la hora de ceder a las CC.AA las competencias propias del Estado se realiza en el contexto cuando vosotros realizáis los servicios específicos que os es propio y que se refleja en el otorgamiento de la autorización, cuestión que os hace ser diferentes al sector del taxi. Pues vuestro mercado de siempre lo habéis diferenciado muy bien.  

Por lo tanto, iguales nunca, y menos por analogía, vosotros nacisteís  para alquilar trayectos con y sin conductor (eventos, ferias, convenciones, aeropuertos, etc) y el taxi, concebido como servicio público impropio para atender las diferentes necesidades del municipio. Por lo tanto, realizar servicios de taxi os hace ser  unos intrusos.  Me quedo corto. 


jueves, 11 de octubre de 2018

INFORME CNMC CATALUÑA "RESTRICCIONES EN REGLAMENTO VTC"

INFORME ECONÓMICO SOBRE LAS RESTRICCIONES A LA COMPETENCIA INCLUIDAS EN EL REGLAMENTO DE ORDENACIÓN DE LA ACTIVIDAD DE TRANSPORTE URBANO DISCRECIONAL DE VIAJEROS CON CONDUCTOR EN VEHÍCULOS DE HASTA NUEVE PLAZAS QUE CIRCULA ÍNTEGRAMENTE EN EL ÁMBITO DEL ÁREA METROPOLITANA DE BARCELONA – LA/08/2018

jueves, 4 de octubre de 2018

CONSULTA DEL AYUNTAMIENTO A LA CNMC SUPUESTA VULNERACIÓN ART 3 LDC

Consulta formulada por la DIRECCIÓN GENERAL DE GESTIÓN Y VIGILANCIA DE LA CIRCULACIÓN del AYUNTAMIENTO DE MADRID (AYUNTAMIENTO DE MADRID), sobre el posible carácter anticompetitivo de una oferta de UBER SYSTEMS SPAIN, S.L. (UBER) por una supuesta vulneración del artículo 3 de la Ley de Defensa de la Competencia (LDC)