jueves, 1 de septiembre de 2016

XIMO - La CNMC y su ideología

 

La CNMC actúa, no espera a tus lloros. Aparentemente es un «organismo independiente y democrático» al que no le interesa a quien votas. ¡¡MENTIRA!! Por supuesto que le interesa, nace de la ideología más individualista que existe, es la que justifica la pobreza, la desigualdad y hasta la guerra

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Es el emblema invisible y cruel que lleva gobernándonos toda la vida. Conoces perfectamente de que te hablo, son la ideas del «libre mercado», las mismas que desregulan y privatizan. Las que te engañan haciéndote creer que posees algo, es el egoísmo como instrumento de adoctrinamiento. 


El mejor invento del sistema capitalista es la «clase media», esta falsa condición desvirtúa y desenfoca tu papel y lugar en la sociedad. Los que pertenecen a esta categoría piensan que por tener acceso a una serie de productos, o de disponer de una «cierta» comodidad económica (comodidad que se limita a llegar a fin de mes) ya no son pobres, que la carencia es una condición de «otros». Nada más lejos de la realidad, todos hemos podido comprobar como durante la crisis la clase media es la que primero desaparece.


Pero la verdadera arma de destrucción masiva que utiliza el sistema económico actual es el adoctrinamiento invisible. Es lamentable ver como los propios afectados, los desheredados del sistema, perpetúan la desigualdad, manteniendo una categoría de pensamientos que los vuelve más sumisos si cabe, a su condición. Ya que estos mismos, son incapaces de pensar de forma alternativa a lo que siempre se le ha enseñado. Los propios taxistas que se lamentan de la actuación de la CNMC son los que luego hablan de liberalizar otros sectores, o incluso, desregular el suyo propio.


La obra maestra del capitalismo es la creación de un ejército desinformado, apático a lo que le rodea y sumiso al orden establecido.

 
Por ello, no nos podemos permitir pensar de igual forma a los que impone el status quo. El cambio que queremos en el exterior es necesario primero realizarlo en el interior. Por lo tanto, no se puede solucionar los problemas pensando como el que los crea.
Debemos desechar una y otra vez las máximas del sistema, la «libre competencia» hay que denunciarla como una gran mentira, nunca los pequeños van a poder competir en igualdad de condiciones con los grandes. La «libertad empresarial» es la esclavitud de los trabajadores y de los pequeños autónomos. Si dejamos que la falsa «libertad» económica se imponga solo vamos a conseguir que sean las grandes corporaciones las que impongan las reglas de convivencia. Relegando las relaciones sociales y de trabajo a una farsa que queda bien en los informativos.


Solamente la toma de conciencia de todo aquello que nos rodea nos va a poder sacar de la actual situación, ser conscientes de las verdaderas intenciones del sistema nos puede hacer más útiles a la hora de defender lo nuestro, lo de todos.


Al enemigo político e ideológico se le combate con más ideología y con más política, necesitamos compañeros con conciencia de clase, con cultura política y sindical. En la sociedad, y en el taxi en particular, sobran los burócratas, los simple administradores de asociaciones.



Todo aquel dirigente sindical que se declara apolítico tiene que ser apartado de nuestro sector, es de la estupidez más estúpida negar una evidencia que todos observamos continuamente, la política es un ente que engloba todas las partes de nuestra sociedad.
Desentenderse de la política a la hora de defender nuestros intereses es permitir a organismos como la CNMC actuar de forma libre bajo el paraguas de las políticas neoliberales. Y con el amparo de partidos políticos acorde a sus ideas, partidos que ahora están pretendiendo imponernos el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el nefasto TTIP.


El momento ha llegado, debemos dar el paso, las asociaciones del taxi tienen que evolucionar, pasar de entes seudosindicales a sindicales y políticos.



Ximo 1605