sábado, 10 de abril de 2010

Las claves del Poder de los Colegios Profesionales


Las Claves del Poder de los Colegios Profesionales

Cuánto cobran y qué servicios proporcionan las asociaciones oficiales con mayor número de colegiados

Por Pilar Portero
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Colegiarse al terminar los estudios superiores es, para muchos nuevos titulados, la confirmación de que a partir de entonces pueden formar parte activa del mundo laboral. La posibilidad de codearse con colegas cargados de experiencia es, a la hora de la verdad, una mera ilusión. Sin embargo, los colegios -aunque no suelen servir de punto de encuentro- sí que cumplen estrictamente una labor de "respaldo" a sus colegiados, o lo que algunos denominan "corporativismo" sin fronteras.

También aparece como denominador común en todos ellos la exigencia de unas tarifas mínimas para evitar la competencia desleal. En su mayor parte ofrecen servicios jurídicos o de asesoramiento profesional, así como el uso de documentación y la posibilidad de asistir a cursos de formación.

Para ejercitar algunas profesiones, como la medicina, el derecho, o la arquitectura, entre otras, es obligatorio estar colegiado. Aun siendo de una misma profesión, existen colegios en las distintas ciudades en los que es preciso colegiarse si se quiere trabajar en esa zona. A continuación, detallamos los principales pasos que hay que seguir para colegiarse y los servicios que los colegios prestan.

SU DINERO se ha centrado en los colegios que agrupan a un mayor número de afiliados y, en consecuencia, en los que ejercen una mayor influencia en la vida política y económica del país.

Colegio de Abogados
Los titulados en Derecho que quieran trabajar como abogados deben colegiarse obligatoriamente. Por ahora no es necesario ningún tipo de examen, pero quizá en un futuro cercano sí lo sea.
 
El polémico examen tras dos años de prácticas, o pasantía, propuesto en el VI Congreso de la Abogacía ha puesto en pie de guerra a cerca de 300.000 estudiantes de toda España. La razón principal de esta propuesta es sencilla: se trata de proteger a los ya ejercientes de la avalancha de jóvenes letrados que salen cada año de las aulas.

El primer desembolso que hay que realizar para engrosar la lista de abogados colegiados es de 100.000 pesetas. A partir de esta cifra se paga una cuota trimestral de 3.500 pesetas el primer año, que va aumentando hasta plantarse en las 7.000 pesetas el cuarto año.

La mutualidad obligatoria, principal fuente de ingresos del Colegio, supone, para los más de 74.000 abogados de toda España, desembolsos desde las 15.800 pesetas al trimestre para los jóvenes hasta las 400.000 pesetas para algunos letrados que superen los 50 años y tengan que pagar cuotas atrasadas para ponerse al día. Las cifras de la mutualidad varían según la edad y el año de colegiación. Como contraprestación, el Colegio ofrece un Servicio Médico, avalado por su buena fama, que se come gran parte de las ganancias. 

Este servicio tiene un coste para los titulados ejercientes de 5.000 pesetas al trimestre y para los no ejercientes y demás beneficiarios, es decir, familiares de los titulados, de 10.000 pesetas al trimestre.

A partir de los 70 años, el Colegio paga una pensión de jubilación a sus colegiados, que no rebasa las 100.000 pesetas mensuales y que dado el mal estado de las arcas de la mutualidad tiene un incierto futuro. El colegio tiene disponible para consulta toda la legislación y ofrece becas en el extranjero, así como otras becas de iniciación profesional. La comisión de venias y la de deontología, con carácter disciplinario, son también servicios del colegio.

El Colegio de Abogados imparte distintos cursos, a los que los jóvenes que quieran formar parte del turno de oficio suelen acudir en masa. La razón es que para poder apuntarse al turno es necesario llevar dos años colegiado y tener 150 créditos, los cuales se obtienen mediante cursos, siendo los más valorados los del propio Colegio. Con el control del turno de oficio, el Colegio tiene un importante poder en sus manos.
 
El 80 ó 90% de los asuntos penales, así como el 90% de la atención en comisarías o juzgados, requieren la presencia de un abogado de oficio. De esta forma, el Colegio controla la maquinaria desde el principio del proceso. El presidente del Gobierno y varios ministros, así como multitud de políticos, se encuentran colegiados. A final de cuentas, todos pueden volver a la abogacía.

Colegio de médicos
El número de colegiado con el que cada profesional sella sus recetas es como una firma que verifica su autenticidad. Más de 160.000 titulados en Medicina están inscritos en los diversos colegios repartidos por toda España. El de Madrid es el que registra la mayor concentración, con 94.500 ejercientes, seguido del de Barcelona que cuenta con 18.000 colegiados. Estos colegios tienen la deferencia de no pasar recibo alguno a los recién titulados durante los dos primeros años. Pero al tercer año es obligatorio desembolsar una cuota mensual de 3.500 pesetas.

Debido al aumento que han experimentado las denuncias por negligencia contra los facultativos en los últimos años, el colegio ofrece de forma voluntaria a sus médicos la posibilidad de suscribir un seguro de responsabilidad civil. Los cirujanos suelen ser los que más pagan debido al alto riesgo que corren, mientras que los pediatras y los médicos de cabecera son (generalmente) los menos denunciados.

El colegio imparte clases de preparación para el MIR y cursos de formación continuada, aunque los médicos consultados por SU DINERO aseguran que los más interesantes son los que programan los hospitales. No podía faltar -como en la mayoría de los colegios- la asesoría jurídica y el servicio de documentación con el que es posible acceder a las bases de datos de universidades y centros sanitarios extranjeros de prestigio contrastado.

Los médicos colegiados no ponen en duda el buen hacer del colegio en todo lo referente a control de intrusismo y defensa de sus colegiados, pero suelen quejarse de la poca atención que les dispensa y de la facilidad con que se lava las manos cada vez que surgen conflictos con la Administración. Y es que nunca llueve a gusto de todos.

Colegio de Farmacéuticos
El colegio de Farmacéuticos se encuentra también entre los poderosos, ya que controla la instalación de farmacias y el cobro de las recetas a la Seguridad Social, pero es también el que levanta críticas más airadas entre los titulados.

En España cerca de 40.000 farmacéuticos están colegiados. Este colegio obliga a afiliarse a los propietarios de farmacias, unos 19.000, a los adjuntos al farmacéutico, a los analistas y a los directores técnicos de laboratorio. Los titulares de una farmacia y los directores técnicos pagan todos los meses alrededor de 5.500 pesetas, de las cuales 1.000 se destinan a un fondo de socorro. Los adjuntos ven rebajada su cuota en 1.600 pesetas mientras el resto desembolsa alrededor de 3.200 pesetas. A los desempleados se les exigen 1.700 pesetas al mes.

El colegio es un evidente órgano de poder. Por sus manos pasan todas las recetas de la sanidad española. Por su gestión, cobra un porcentaje que se sitúa normalmente en el 0,55% por receta, aunque el abanico varía desde el 0 al 0,60%. A cambio, tiene a disposición de sus colegiados un Centro de Información del Medicamento, un servicio de Formulación Magistral, un servicio de Facturación y un servicio de Contabilidad y Nóminas, así como diversos cursos de formación o de puesta al día en conocimiento de nuevos medicamentos.

Colegio de Arquitectos
El colegio de arquitectos se caracteriza por tener la obligación de verificar todos los trabajos de sus colegiados. Cerca de 23.000 arquitectos de toda España necesitan presentar el visto bueno del Servicio de Visados como garantía de calidad para que sus proyectos sean aceptados. Sin embargo, no es el único colegio que funciona así: los de ingenieros y peritos industriales, y el de aparejadores, también practican el mismo control.

Los arquitectos funcionarios pagan una cuota de 10.000 pesetas al año, mientras que los que ejercen la profesión por su cuenta abonan 32.000 pesetas. El colegio se encarga de cobrar los honorarios de sus colegiados, de los que descuenta el 3%, más IVA, que supone su auténtica fuente de ingresos. Así se explica que el Colegio de Arquitectos de Madrid haya tenido este año un presupuesto que ronda los mil millones de pesetas.

Sobre esta base, los colegios de arquitectos ponen a disposición de sus afiliados una Asesoría Jurídica y Fiscal, un Servicio de Asesoramiento a proyectos, la comisión de formación profesional y apoyo a nuevos colegiados, dos revistas trimestrales, un seguro de vida y una fundación cultural, la COAM. Esta fundación realiza numerosas exposiciones, mesas redondas, conferencias, diversos cursos de formación continuada sobre tecnología, interiorismo, urbanismo, vivienda, nuevas normativas, etcétera.

Con el fin de asegurar la salud y la jubilación de los colegiados, la Hermandad Nacional de Arquitectos obliga a todos aquellos arquitectos que carecen de Seguridad Social a suscribir un seguro o fondo de pensiones, que según los arquitectos consultados favorece más a los jóvenes que a los mayores.

El poder de este colegio es innegable ya que tiene la primera y última palabra en todas las obras y concursos que se pretendan realizar en cualquier ciudad o provincia del país. Además, al encargarse de visar los proyectos, todos los arquitectos dependen de su visto bueno.

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