viernes, 28 de septiembre de 2012
Cuestiones de inconstitucionalidad Ley de Transporte de la CAM
El
Tribunal Constitucional ha aceptado dos cuestiones de inconstitucionalidad
planteadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) sobre la Ley
de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos de la Comunidad de
Madrid por posible vulneración del artículo 25.1 de la Constitución.
Dos
disposiciones generales publicadas este viernes en el Boletín Oficial del
Estado (BOE), recogidas por Europa Press, informan de la admisión a trámite de
estas impugnaciones en relación a varios apartados de dicha ley.
En
una de ellas, el Pleno del Tribunal Constitucional, por providencia de 19 de
septiembre actual, acuerda admitir a trámite la cuestión de
inconstitucionalidad planteada por la Sección Segunda de la Sala de lo
Contencioso-Administrativo del TSJM en relación con "el apartado 2.b),
número 7, del artículo 16 de la Ley 20/1998, de 27 de noviembre, de Ordenación
y Coordinación de los Transportes Urbanos de la Comunidad de Madrid, por
posible vulneración del artículo 25.1 de la CE".
Otro
de los recursos impugnaba "el apartado 2.b), número 7, del artículo 16 de
la Ley 20/1998, de 27 de noviembre, de Ordenación y Coordinación de los
Transportes Urbanos de la Comunidad de Madrid, por posible vulneración del
artículo 25.1 de la Constitución".
Tras la admisión a trámite de estos recursos, quienes sean parte de estos
procedimientos podrán personarse ante este Tribunal dentro de los quince días
siguientes a la publicación del presente edicto en el Boletín Oficial del
Estado.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
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Adaptaxi
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martes, 18 de septiembre de 2012
Santiago Carrillo
Se ha ido una gran persona de cuya vida ha estado llena de aventuras, con apegos y desapegos era conocedor de la historia, sus 97 años lo dice todo de él............... “Nos hemos olvidado de ser: de ser nosotros mismos, de estar en silencio, de estar donde está la vida: Aquí y Ahora . (“El silencio habla”. Eckhart Tolle:). Compañero recibe un cordial saludo.
viernes, 14 de septiembre de 2012
Trabajar en el turno de noche
Trabajar en el turno de noche
Hay estudios que demuestran que trabajar (de forma permanente, o rotatoria)
en turno de noche tiene consecuencias adversas sobre la salud de las personas,
especialmente si el trabajador tiene este turno durante mucho tiempo.
El organismo de los seres humanos está
preparado para trabajar de día y descansar de noche. Por este motivo,durante
la noche disminuyen las aptitudes físicas y mentales de las personas,
y mantenerse despiertos y realizando una actividad que requiera concentración
supone un mayor esfuerzo del que necesitarían durante el día para hacer lo
mismo. Este “desgaste extra” tiene un efecto acumulativo y puede originar
afecciones comohipertensión e hipercolesterolemia, lo que a su vez
incrementa el riesgo de sufrir cardiopatías.
La Organización Internacional del Trabajao (OIT) estima que un trabajador
envejecerá prematuramente cinco años por cada 15 años que permanezca en horario
de trabajo nocturno. Aunque los problemas de salud no se empiecen a manifestar
hasta después de cinco o 10 años de trabajo nocturno, la disminución del
rendimiento del trabajador a consecuencia de la fatiga acumulada por la
inadaptación al horario, es mucho más fácil de detectar.
Las personas están más alerta y rinden
más entre las ocho de la mañana y las seis de la tarde. Fuera de este
horario, sobre todo si se sobrepasan las ocho horas de trabajo, es más fácil
cometer errores y, por lo tanto, los accidentes laborales son
mucho más frecuentes y graves. La siniestralidad se incrementa en relación con
el ritmo y la carga de trabajo y, además, también aumenta la posibilidad de
tener un accidente al regresar el trabajador a su casa tras la jornada laboral.
El horario de trabajo no sólo afecta a
la cantidad y calidad del sueño, también tiene repercusiones sobre la conducta
alimentaria del individuo. Para mantener una buena salud es necesario llevar
una dieta equilibrada, que aporte los
nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, pero,
además, es conveniente que los alimentos se repartan en varias tomas a lo largo
del día, al menos tres y, a ser posible, que se trate de comida caliente. El trabajo
nocturno también desestabiliza los hábitos alimentarios y, con
frecuencia, los trabajadores que hacen este turno ingieren comidas rápidas que
no tienen la calidad suficiente. El problema suele ser que cuando se levantan
no tienen apetito y, cuando lo tienen, están trabajando, y si no pueden hacer
un descanso para tomar una comida caliente y adecuada a sus necesidades, calman
el hambre con cualquier chuchería.
Unos hábitos alimentarios inadecuados y
mantenidos en el tiempo ocasionan trastornos en el aparato digestivo como
gastritis, ardor de estómago, gases, úlcera de estómago, digestiones
pesadas... Además, el consumo frecuente de ciertos alimentos como bocadillos de
embutidos grasos y dulces, en sustitución de una dieta equilibrada, que resulta
más difícil de seguir con el horario de turno de noche, origina sobrepeso
y obesidad.
Problema psicológico relacionados con el turno de noche
Entre los trabajadores del turno de
noche también son mucho más frecuentes los problemas psicológicos que
entre la población general. Esto no sólo se debe a los trastornos físicos que
les provoca la falta de un horario regular para descansar y comer, sino que
deriva sobre todo de la dificultad que tienen para llevar una vida social
satisfactoria.
Todas las actividades cotidianas están estructuradas para ser realizadas en
horario diurno. Como la mayoría de las personas duermen desde las once o doce
de la noche hasta las seis o las siete de la mañana, y trabajan, estudian, o
realizan otro tipo de actividades durante el día, se considera normal destinar
las tardes y los fines de semana a las relaciones sociales y familiares.
Los trabajadores de turno de noche, sin
embargo, ven limitadas sus posibilidades de interaccionar con los demás. Se
resiente su relación de pareja y también la que mantienen con sus
hijos, ya que apenas pueden pasar tiempo juntos y, además, el resto de la
familia debe adecuarse a su horario de sueño y limitar ciertas actividades en
el hogar que podrían interferir con su descanso. Si los dos miembros de la
pareja trabajan es más difícil todavía organizarse para compartir el ocio, o
realizar actividades en común o compartidas con los hijos. Esto es
especialmente difícil cuando trabajar en turno nocturno supone tener que
hacerlo también los fines de semana y/o festivos como Navidad, Semana Santa,
etcétera.
El trabajador, además, puede desarrollar
con el tiempo el denominado síndrome burnout(síndrome de estar
quemado), que se caracteriza por un agotamiento emocional que se manifiesta con
un cansancio excesivo, tanto físico como psicológico. El individuo, entonces,
se aísla socialmente y mantiene una actitud fría y distante hacia las personas
de su entorno, disminuyendo también su eficacia en el trabajo. La fatiga no
remite con el descanso y el afectado presenta síntomas como: reducción de su
capacidad de concentración o de memoria a corto plazo, dolores musculares,
cervicales o multiarticulares (que no son consecuencia de una enfermedad
diagnosticada, como la artritis), dolor de cabeza,
sueño de poca calidad, y malestar prolongado tras realizar algún esfuerzo.
En general, los problemas que afectan con mayor frecuencia e intensidad a
los trabajadores del turno de noche son:
·
Fatiga crónica.
·
Trastornos digestivos (ardor de estómago, gastritis, malas digestiones) y
del aparato circulatorio.
·
Cambios en el carácter, irritabilidad, nerviosismo y agresividad.
·
Problemas en sus relaciones sociales y familiares.
·
Dificultades para llevar una vida sexual satisfactoria.
·
Disminución en el rendimiento laboral.
·
Aumento de la susceptibilidad a sufrir un accidente.
Los ritmos
circadianos
Los ritmos circadianos constituyen
el reloj biológico humano que regula las funciones fisiológicas del organismo
para que sigan un ciclo regular que se repite cada 24 horas, y que coincide con
los estados de sueño y vigilia. El sueño y la vigilia están asociados a los
estímulos de luz, que el cerebro asocia con una mayor actividad fisiológica
mientras que, en la oscuridad, se inhiben estas funciones, llegando al mínimo
entre las 3.00 y las 6.00 horas.
Durante el descanso nocturno, el organismo humano entra en letargo, la
temperatura corporal baja hasta los 35º, disminuye la presión sanguínea y se
reduce la secreción de hormonas. La capacidad de alerta y de movimiento también
se encuentran reducidas, por lo que es más difícil concentrarse o reaccionar
ante un imprevisto y, por lo tanto, disminuye el rendimiento laboral y se
multiplican las posibilidades de sufrir un accidente.
Si este periodo no se emplea para descansar, esto afectará negativamente a
la salud física y psíquica del individuo, porque se disocian los ritmos
biológicos y los elementos naturales que sirven para sincronizarlos,
especialmente la luz, y se establecen sincronizadores artificiales. El
organismo sufre por partida doble: por un lado, ha de realizar un esfuerzo para
permanecer activo en la fase de letargo natural (nocturna) y, por otro, debe
esforzarse para dormir en la fase de activación (diurna).
A consecuencia de la alteración
de este ritmo biológico, las personas que se ven obligadas a trabajar en
turno de noche duermen entre cinco y siete horas menos por semana pero,
aunque pudiesen descansar en un lugar oscuro y aislado de ruidos, la calidad
del sueño diurno es inferior a la del nocturno y se reduce el tiempo total de
sueño, aumentando los despertares, por lo que resulta difícil que lleguen al
número de horas de sueño recomendadas para un adulto (entre siete y ocho
diarias) y, en caso de conseguirlo, el descanso no es totalmente reparador.
Cómo afecta
la rotación de turnos de trabajo a la salud
Existen controversias sobre qué es lo mejor para el bienestar de los
trabajadores: los turnos fijos (de mañana, tarde o noche) o la rotación (cambio
de turno cada varios días, cada semana o cada mes). Algunos especialistas
opinan que, ya que se ha demostrado que trabajar de noche es claramente nocivo
para la salud, al menos se deberían establecer turnos rotativos para que nadie
permaneciese demasiado tiempo desarrollando su trabajo en ese horario. Sin
embargo, otros desaconsejan el trabajo a turnos y lo consideran todavía peor
que mantener siempre el horario nocturno.
Un trabajador que tenga un turno fijo de
noche puede organizar su vida de acuerdo a este ciclo artificial y, aunque no
sea aconsejable mantenerse activo por la noche, hay personas que tienen una
mayor tolerancia física (los ritmos circadianos no son exactamente iguales en todos los
seres humanos) a la actividad nocturna y mayor facilidad para conciliar el
sueño fuera del horario natural.
En el caso de la rotación, que parece
que se está imponiendo sobre otras alternativas, los expertos advierten que
el cambio constante de turnos podría disminuir la esperanza de vida de
los afectados, porque el organismo necesita varios días para adaptarse a cada
ciclo, y la rotación supone que cuando esta adaptación por fin se consigue, se
empieza otra vez desde el principio, con lo que estaríamos ante una falta de
sincronización crónica. Por otra parte, si el turno de mañana comienza
demasiado temprano, y obliga al empleado a levantarse antes de las 5.30 o las
6.00 horas, también aminora el efecto reparador del sueño. En cuanto al turno
de tarde, las personas con pareja e hijos suelen lamentarse de que en este
horario se realizan la mayor parte de las actividades de ocio familiar porque
normalmente es cuando coinciden todos en casa.
Si tenemos en cuenta otros factores como la pérdida de la capacidad de
adaptación a los cambios de turno con la edad (a partir de los 45 años está
contraindicado trabajar a turnos), y que puede resultar especialmente
perjudicial para aquellas personas con antecedentes de trastornos del sueño o
enfermedades cardiovasculares o digestivas, la rotación tampoco resulta ser una
opción muy recomendable.
Se estima que los ciclos circadianos se ven menos afectados cuando se
realizan ciclos cortos, es decir, que se cambia de turno cada dos o tres días,
porque así los ritmos biológicos apenas se alteran. Sin embargo, esto puede
resultar contraproducente para la vida social o familiar del trabajador, o no
ser compatible con algunas de sus actividades (si se apunta a algún curso, por
ejemplo). Por lo tanto, para establecer un sistema de rotación de turnos es muy
importante contar con la opinión de los trabajadores para adaptarlo, en lo posible,
a la situación personal de cada uno.
Qué dice la ley sobre los turnos de noche
El Estatuto de los Trabajadores establece como trabajo nocturno “el
realizado entre las diez de la noche y las seis de la mañana" (artículo
36), o aquél en el que se inviertan no menos de tres horas de trabajo diario, o
al menos una tercera parte de la jornada anual en este tipo de horario. En otro
epígrafe el Estatuto indica que la jornada de trabajo nocturno "no podrá
exceder de ocho horas diarias de promedio, en un período de referencia de
quince días, y es aplicable a todos los trabajadores, con independencia de la
categoría desempeñada".
El artículo 32 del Real Decreto 1561/1995, de 21 de septiembre, prevé la
posibilidad de ampliar el límite máximo en los sectores de empleados de fincas
urbanas, guardas y vigilantes no ferroviarios, trabajo en el campo, comercio y
hostelería y transporte, y trabajo en el mar. Este límite también se puede
sobrepasar cuando se considere necesario para prevenir y reparar siniestros u
otros daños extraordinarios y urgentes. Exceptuando estos supuestos, la regla
general para el trabajo nocturno es la prohibición total de horas
extraordinarias, así como la prohibición taxativa (artículo 6 del Estatuto de
los Trabajadores) de que menores de edad trabajen en este horario laboral.
De acuerdo con el Estatuto de los
Trabajadores, el trabajo en el turno de noche no puede superar dos
semanas seguidas, excepto que la prolongación de este periodo se deba a la
decisión voluntaria del trabajador. Los empresarios deben establecer un régimen
de evaluación médica gratuita y periódica para los trabajadores de este turno
y, en caso de que se demuestre la existencia de problemas médicos asociados a
este horario de trabajo, el afectado tendrá derecho a ser trasladado al horario
diurno.
En el caso de las mujeres embarazadas,
la Ley 31/1995 de 8 noviembre de Prevención de Riesgos Laborales, en su
artículo "Protección a la maternidad", determina que el empresario
deberá adoptar las medidas necesarias para evitar la exposición a riesgos en
mujeres embarazadas y en períodos de lactancia, incluyendo, si es necesario, la no
realización de trabajo nocturno o a turnos.
Leyes aparte, las recomendaciones de las organizaciones internacionales en
relación a la prevención de la salud laboral destacan que cualquier turno de
trabajo que suponga la actividad durante la noche es perjudicial para la salud.
Cómo
organizar los turnos de trabajo
Cuanto mejores sean las condiciones de trabajo, con independencia del
horario del mismo, mejor será el rendimiento y la adaptación de los
trabajadores a su puesto. Cuando es necesario mantener la producción las 24
horas del día, los turnos resultan inevitables, y se hace entonces
imprescindible tomar una serie de medidas que favorezcan el bienestar y la
salud de los trabajadores. Es necesario que estos estén informados de todas las
posibilidades que tienen para adaptar el horario laboral a sus necesidades individuales,
y tratar de establecer los turnos o la rotación, de acuerdo con los consejos de
los especialistas, de forma que las condiciones de trabajo sean lo más
favorables posibles para los afectados.
Los turnos deben acoplarse al máximo a los ciclos biológicos de vigilia,
sueño y horario de comidas, y tener en cuenta que los trabajadores necesitan
mantener unas relaciones familiares y sociales satisfactorias.
Algunas recomendaciones a la hora de
decidir los turnos de trabajo son:
·
Es importante que los trabajadores intervengan en la elección de los turnos
y que estos respeten especialmente el ciclo natural de sueño; por lo que el
turno de mañana no debe empezar demasiado temprano (a ser posible no antes de
las 06.30 o las 07.00 horas).
·
Los turnos de tarde y de noche no deben ser más largos que los de mañana, y
en esos turnos no se puede alargar la jornada laboral más de ocho horas (si se
precisan horas extras estas deben realizarse únicamente en el turno de mañana).
·
Cuando los trabajadores cambian de turno deben conocer con suficiente
antelación el calendario de rotación para poder organizar su vida personal y
sus actividades fuera del ámbito laboral, de acuerdo a las fechas y horarios
que les corresponda trabajar.
·
El número de turnos de noche consecutivos debe ser el mínimo posible, es
decir, que el trabajador no debe trabajar más de tres o cuatro noches
consecutivas antes de tomar un día de descanso.
·
El trabajador tiene que disponer de suficiente tiempo de descanso entre la
finalización de un turno y el comienzo del siguiente. Por lo tanto, no debe
realizar un turno de mañana y uno de noche el mismo día, sino que un día
terminará su turno de mañana, o de tarde, y al día siguiente entrará en el
turno de noche, por ejemplo.
·
Si hay trabajadores que por circunstancias personales prefieren trabajar en
un turno fijo, y el resto del personal está de acuerdo, es preferible dejar
elegir el turno porque esto mejorará el rendimiento y facilitará la
organización del trabajo.
·
Es preciso habilitar un espacio donde los trabajadores puedan hacer un
descanso para tomar algo caliente.
·
Se debe evaluar si los trabajadores del turno de noche disfrutan del número
de descansos suficiente, porque en este turno se requiere mayor esfuerzo para
concentrarse, la fatiga es mayor, y aumenta la posibilidad de que se produzcan
accidentes.
·
Hay que establecer reconocimientos médicos periódicos (cada seis meses),
con el fin de detectar precozmente la falta de adaptación a los turnos, y
prevenir sus consecuencias nocivas sobre la salud de los trabajadores
afectados.
·
En el calendario de turnos se debe prever siempre que cada trabajador
disponga de fines de semana libres de al menos dos días consecutivos.
·
Es necesario evitar, en la medida de los posible, que los menores de 20
años y los mayores de 45 años trabajen en el turno de noche y, en caso de que
lo hagan, no deben estar solos en ese turno.
Consejos para sobrellevar el turno de noche
Trabajar en horario nocturno resulta indispensable en ciertos sectores,
como en el caso de los profesionales sanitarios, los transportistas, los
distribuidores de prensa, o aquellos que velan por la seguridad común, como los
bomberos o las fuerzas de seguridad del estado, pero, además, cada vez son más
las empresas que no cesan su actividad ni de día ni de noche, bien por la
demanda de los usuarios (estaciones de servicio, farmacias, tiendas de
alimentación, locales de ocio...), o para compensar el alto coste de la
maquinaria adquirida para manufacturar los productos que comercializan.
También influye la globalización económica y comercial que implica una
ampliación de los horarios, ya que cuando en España llega el momento de irse a
la cama, comienza la jornada laboral en otros puntos del planeta.
Trabajar por turnos las 24 horas del
día, los siete días de la semana, supone también un incremento de la plantilla
que beneficia a los trabajadores que buscan empleo. Además, por lo general en
los turnos de noche los salarios son superiores y algunas personas, por sus
circunstancias personales, incluso prefieren este horario. Sin embargo, los
especialistas advierten de las repercusiones que tiene sobre la salud el hecho
de no dormir durante la
noche. Por eso, si no hay más remedio que trabajar en turno de noche, al menos
se deben seguir una serie de recomendaciones que contribuyan a paliar las
consecuencias en la medida de lo posible.
·
Duerme las horas necesarias, como mínimo, seis
horas diarias, con independencia del turno que realice. Si no es bastante para
que te sientas bien, deberás incrementar el número de horas. Además de dormir,
también te sentirás mejor si descansas lo suficiente, porque de esta forma se
recupera el desgaste físico y se alivia la fatiga.
·
Prepara el dormitorio para que tenga
las condiciones adecuadas de luz, temperatura y aislamiento acústico que
faciliten conciliar el sueño. Siempre que sea
posible procura que tu dormitorio esté situado en el lugar más tranquilo de la
casa. Puedes utilizar tapones para los oídos para minimizar los ruidos que no
puedas evitar
·
Establece un horario regular para dormir, precedido de
acciones rutinarias, como lavarse los dientes, ducharse con agua caliente, leer
un rato. Esto sirve para que el cerebro asocie estas actividades con el momento
de dormir.
·
Prueba con distintos horarios si le resulta difícil
dormirse. Si no consigues dormir suficientes horas seguidas, inténtalo fraccionando
el descanso y echando una siesta antes de entrar a trabajar, por ejemplo. En
este caso debes asegurarse de que estás suficientemente alerta para comenzar la
jornada laboral, ya que una breve siesta, cuando no se ha dormido lo
suficiente, puede hacer que te sientas somnoliento.
·
No es bueno acostarse con hambre, es mejor que comas
algo antes, pero debe ser ligero porque una digestión pesada puede dificultar
conciliar el sueño. Tampoco bebas alcohol porque, aunque en principio provoca
somnolencia, después causa despertar precoz y le impedirá dormir lo suficiente.
·
Las personas que convivan en la misma casa deben respetar
al máximo tus horas de sueño, y no realizar actividades ruidosas, como pasar la
aspiradora, poner la lavadora o escuchar la televisión o la radio a un volumen
que perturbe tu descanso.
·
Aprende métodos de relajación que te ayuden a
desconectar del trabajo antes de meterte en la cama.
·
Practica algún deporte o, por lo menos,
realiza una actividad física entre moderada e intensa de forma regular. Esto te
ayudará a mantener tu salud y a dormir mejor.
·
Organiza tu calendario de manera que
puedas dedicar tiempo a tu familia y amigos sin que te resulte agotador. Una
jornada laboral que no coincide con la del resto de personas del entorno, puede
provocar aislamiento social, originar trastornos emocionales y ser motivo
de divorcio, entre otros
problemas.
·
Limita el consumo de cafeína y otros estimulantes. Aunque durante tu
jornada laboral puedan resultar de ayuda para mantener la concentración, su
efecto puede prolongarse e interferir con tu descanso.
·
Procura mantenerte bien hidratado durante el turno
de trabajo, bebiendo agua con regularidad. Si tienes hambre, toma algo ligero
(fruta, un yogur, cereales, un puñado de frutos secos) y evita ciertos
alimentos como las patatas fritas, los bocadillos de embutidos grasos y los
dulces, que podrían hacerte ganar peso y afectar a tu salud, al elevar los
niveles de colesterol.
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