23 de noviembre de 1994
El que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿cómo sabrá gobernar a los demás? (Confucio)
El tráfico se normalizó en la ciudad después de la salida de los féretros del tanatorio
Los taxistas dan una semana de plazo para que se solucionen los problemas de seguridad.
El presidente de la Gremial, protegido de sus afiliados por la Policía.
LORENZO MARINA
MADRID.- Cerca de 2.000 taxistas se reunieron durante la noche de ayer en asamblea y lanzaron su reto a las administraciones: tienen una semana para buscar soluciones efectivas al problema de la seguridad en el sector. De no ser así, amenazan con nuevas movilizaciones que podrían volver a sumir la ciudad en el caos circulatorio vivido en los dos últimos días.
Los conductores reunidos pidieron también la dimisión de Eladio Núñez, presidente de la Asociación Gremial de Autotaxi. Por la mañana, Núñez fue abucheado en el momento de efectuar su entrada en el tanatorio Sur, durante los funerales de los dos taxistas asesinados.
A su llegada al tanatorio, el presidente de la Asociación Gremial no pudo acceder a las salas 47 y 48 donde se encontraban los restos mortales de los taxistas por la oposición de sus compañeros. Estos expresaron su repulsa por considerar que la actitud de la Gremial no ha sido la adecuada a la situación vivida por el sector. La presencia de fuerzas antidisturbios impidió que los momentos de tensión llegasen a una situación violenta.
A pesar de ello, Núñez tuvo que salir escoltado del recinto por las fuerzas policiales para evitar que se hiciesen efectivas las amenazas de los taxistas.
La Asociación Gremial de Autotaxi aglutina a la mayoría de las licencias de este sector. Cuenta con cerca de 11.000 afiliados, lo que supone el 80% de las licencias de la capital.
La asociación criticó ayer «la actuación violenta y excitada de algunos incontrolados» contra miembros de la junta directiva y su presidente, en particular, durante el entierro de los taxistas.
Según esta agrupación de taxistas, se trata de «una acción incalificable e interesada que pretende desvirtuar sin motivos el recto proceder de nuestra entidad y de sus legítimos representantes».
La comitiva de taxis colapsó la entrada a la carretera de Toledo durante toda la mañana. Una vez los féretros partieron del tanatorio, la circulación se normalizó.
Los taxistas, por su lado, tras despedir a sus compañeros, se dirigieron hacia el recinto ferial Juan Carlos I, en el Campo de las Naciones, para realizar una primera asamblea.
En esta reunión, celebrada en el auditorio del Campo de las Naciones, se acordaron varios puntos para negociar con los responsables de la Asociación Gremial y la Federación de Trabajadores del Taxi.
Las resoluciones que se acordaron fueron pedir la dimisión del presidente de la Asociación Gremial, Eladio Núñez, así como la elección de nuevos representantes.
Otras medidas acordadas para negociar en esta primera asamblea fueron que se respete el carril taxi-bus, crear un coche único, mejorar las medidas de seguridad y la renovación de las ordenanzas del taxi «en las que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) se desentiende y deja las competencias al Ayuntamiento».
En una segunda asamblea, celebrada en el mismo lugar a partir de las seis de la tarde, a la que acudieron unos dos mil taxistas, se acordó mantener los puntos de la asamblea anterior.
Unos de los responsables de Grupo Estudio Económico (Manu Sánchez), expresó ante la multitud de quejas, a través de los megáfonos de un furgón de antidisturbios dispuesto al efecto, y dieron 7 días de plazo para que sea convocada una asamblea extraordinaria en la Asociación Gremial para buscar soluciones al conflicto en acuerdos con las administraciones.
Los representantes de la directiva de la Federación de Trabajadores del Taxi y de la Asociación Gremial fueron los grandes ausentes de la asamblea.
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