lunes, 24 de febrero de 2025

Art 343 - El Poder de las grandes potencias I

 

Núm. 343 marzo 2025 - La Gaceta del Taxi

 

343 – El Poder de las grandes potencias I

 

El orden internacional y las estrategias de las grandes potencias

No pretendo con estos artículos, hasta ahora narrados y, especialmente con este, desviarme del camino que me propuse para exponer los avatares a los que el sector del taxi se enfrentaría. Todo está relacionado, pudiendo beneficiar o afectar según el eslabón al que estemos sujetos y el nivel donde el sector esté situado en todo este enjambre. La relación existente entre los poderes políticos con los económicos/financieros nos dará a entender que el sector del taxi a nivel europeo y en especial a nivel nacional, tendríamos que poner encima de la mesa un Plan de viabilidad y sostenibilidad que no reduzca la importancia de nuestro colectivo sobre el interés público general y, que impida el avance de todas estas megacorporaciones en un terreno tan deseado como es la movilidad urbana integrada.

Hoy en día, hablamos de un mundo globalizado donde los patrones industriales, comerciales y de consumo están interconectados a nivel mundial. Esta interconexión ha sido potenciada por la innovación tecnológica, facilitando el flujo de información, bienes y capitales a una velocidad sin precedentes. Sin embargo, esta utilización de la globalización no ha llevado a una distribución equitativa hablando en términos sociales, sino que, ha reforzado el dominio de megacorporaciones financieras que operan bajo el respaldo de los principales inversores mundiales y la protección legislativa de los actores políticos. Estas corporaciones no solo concentran el control sobre sectores estratégicos como la tecnología, la energía y las finanzas, sino que también moldean las reglas del juego económico y comercial a escala global.

En este contexto, las potencias mundiales se dividen en dos grandes grupos:

  1. Las potencias tradicionales, aquellas naciones que han desempeñado un papel central en la configuración del orden internacional desde la Segunda Guerra Mundial. Estas potencias se agruparon en torno al modelo económico capitalista, consolidando su influencia a través de organizaciones como el G7 y las instituciones financieras globales.
  2. Las potencias emergentes, un término que empezó a utilizarse en las décadas de 1980 y 1990 para referirse a aquellos países en desarrollo que lograron diferenciarse del resto del "Tercer Mundo" durante la Guerra Fría. Estos países han adquirido un peso creciente en la economía mundial y han sido agrupados bajo el acrónimo "BRICS" (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), un concepto popularizado por el Banco de Inversión Goldman Sachs en el año 2000.

Desde una perspectiva teórica, podemos entender el concepto de potencia internacional siguiendo a Smouts, quien la define como aquel Estado que tiene la capacidad de controlar las reglas del juego en ámbitos clave de la competencia internacional. Este poder se mide no solo en términos económicos, sino también en su capacidad de proyectar influencia política y diplomática a nivel global. A su vez, Toynbee define a una gran potencia como aquella cuya acción política se extiende a la totalidad del sistema internacional en el que opera. En términos macroeconómicos, la influencia de una potencia también se mide por su Producto Interno Bruto (PIB), un indicador clave que refleja el peso de un país en la economía global.

No obstante, las preguntas claves siguen siendo: ¿qué poder real tienen estas potencias en el actual proceso de transformación del orden internacional? y, ¿cómo se comparan entre sí en términos de poder político y económico?

Para abordar estas cuestiones, es necesario analizar la posición de las potencias más influyentes del mundo contemporáneo: Estados Unidos, China, Arabia Saudí, Rusia y la Unión Europea. Estas potencias han adoptado diferentes estrategias para consolidar su influencia en el escenario mundial:

  • Estados Unidos, mantiene su liderazgo como el principal centro financiero y tecnológico del mundo. Su dominio se fundamenta en su capacidad de innovación, su influencia sobre los mercados de capitales y su poderío militar. Sus corporaciones tecnológicas, como Apple, Microsoft, Google y Amazon, han redefinido las dinámicas del comercio y la conectividad global.
  • China, por su parte, ha desarrollado una estrategia basada en la expansión económica y la inversión masiva en infraestructuras internacionales a través de iniciativas como la Nueva Ruta de la Seda. Su capacidad de manufactura, su control sobre la producción de tecnologías clave (como los semiconductores y las telecomunicaciones) y su influencia en mercados emergentes la posicionan como un rival directo de Estados Unidos.
  • Arabia Saudí ejerce su poder principalmente a través de su riqueza petrolera. Su capacidad para influir en los precios del petróleo y su papel como uno de los principales actores en los mercados energéticos globales le permiten mantener una posición clave en la geopolítica internacional. Además, el país ha diversificado sus inversiones a través de su fondo soberano, participando en sectores estratégicos como la tecnología y las infraestructuras.
  • Rusia, aunque enfrenta desafíos económicos debido a sanciones internacionales, sigue siendo un actor clave en el ámbito energético y militar. Su influencia en el suministro de gas y petróleo a Europa y Asia, así como su papel en conflictos geopolíticos, la mantienen como una potencia con capacidad de incidencia en la política global.
  • La Unión Europea, en contraste, se encuentra en una posición compleja. Si bien es una de las principales economías del mundo y cuenta con una sólida base industrial y tecnológica, enfrenta dificultades a la hora de articular una política exterior y económica común que le permita competir de manera efectiva con otras grandes potencias. Su enfoque regulador en sectores como la tecnología y el medio ambiente es importante, pero necesita desarrollar estrategias más audaces para adaptarse a un mundo multipolar en constante cambio.

En términos generales, aunque el poder mundial sigue estando cada vez más repartido, Estados Unidos y China son los lideres del escenario global, seguidos de cerca por Arabia Saudí y dentro de este escenario está Rusia. En este contexto, la Unión Europea enfrenta el desafío de redefinir su papel en un mundo cada vez más competitivo, mientras que otras regiones del mundo, como África, Asia y América Latina, buscan aumentar su protagonismo dentro del llamado "Sur Global".

En conclusión, el orden internacional del siglo XXI está en plena efervescencia de transformación. Si bien las potencias tradicionales siguen ejerciendo una influencia significativa, mientras que las potencias emergentes han demostrado su capacidad para desafiar el statu quo intentando cambiar la dinámica global. La clave del futuro, radica en la capacidad de adaptación de estos actores, en la gestión de sus interdependencias y en la construcción de un equilibrio geopolítico que permita la estabilidad y el desarrollo a nivel global, aunque pienso que el ego de poder es el primate de todas las futuras contrariedades que pudieran existir entre todos ellos, “el monopoly del poder”.

Mentiras y órdagos lanzados como si se tratase de una partida de “MUS”, se interponen para establecer un nuevo Orden Internacional. El juego a tres bandas entre EE.UU, Rusia e Israel, nos adelanta como terminará la partida, si Europa no se anticipa ante todas esas pretensiones de los EE.UU. que admite la invasión de Rusia sobre el territorio de Ucrania (La República de Crimea y la ciudad de Sebastopol) y a cambio obtendría la compensación de los prestamos materiales y económicos  ofrecidos a Ucrania para gestionar el 50% de las reservas de petróleo y gas, además de los minerales de las 'tierras raras' que poseen, ya que son recursos fundamentales en la construcción de misiles o coches eléctricos; mientras que en la franja de Gaza, pretende el desalojo de los palestinos para reconstruirla como forma de ganar dinero con el mercado inmobiliario, sin olvidarnos de Groenlandia por situarse como zona estratégica militar. También está el Canal de Panamá, foco de una lucha de poder entre EE.UU. y China, que afecta a las relaciones comerciales que mantiene con la Unión Europea. Conseguido todo este plan y el que ingeniosamente se le pueda seguir ocurriendo, estaría la interposición de que ciertas zonas se rijan por la ley de Nueva York.   Continuará…..

Cita: Las ideas revolucionan el mundo y, muchas de ellas lo destruyen. Manu Sánchez. (Octogésima séptima entrega 24 de febrero de 2025)

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