Núm.
343 marzo 2025 - La Gaceta del Taxi
343 – El Poder de las grandes potencias I
El orden internacional y las estrategias
de las grandes potencias
No
pretendo con estos artículos, hasta ahora narrados y, especialmente con este,
desviarme del camino que me propuse para exponer los avatares a los que el
sector del taxi se enfrentaría. Todo está relacionado, pudiendo beneficiar o
afectar según el eslabón al que estemos sujetos y el nivel donde el sector esté
situado en todo este enjambre. La relación existente entre los poderes
políticos con los económicos/financieros nos dará a entender que el sector del
taxi a nivel europeo y en especial a nivel nacional, tendríamos que poner
encima de la mesa un Plan de viabilidad y sostenibilidad que no reduzca la
importancia de nuestro colectivo sobre el interés público general y, que impida
el avance de todas estas megacorporaciones en un terreno tan deseado
como es la movilidad urbana integrada.
Hoy
en día, hablamos de un mundo globalizado donde los patrones industriales,
comerciales y de consumo están interconectados a nivel mundial. Esta
interconexión ha sido potenciada por la innovación tecnológica, facilitando el
flujo de información, bienes y capitales a una velocidad sin precedentes. Sin
embargo, esta utilización de la globalización no ha llevado a una distribución
equitativa hablando en términos sociales, sino que, ha reforzado el dominio de megacorporaciones
financieras que operan bajo el
respaldo de los principales inversores mundiales y la protección legislativa de
los actores políticos. Estas corporaciones no solo concentran el control
sobre sectores estratégicos como la tecnología, la energía y las finanzas, sino
que también moldean las reglas del juego económico y comercial a escala global.
En
este contexto, las potencias mundiales se dividen en dos grandes grupos:
- Las
potencias tradicionales,
aquellas naciones que han desempeñado un papel central en la configuración
del orden internacional desde la Segunda Guerra Mundial. Estas potencias
se agruparon en torno al modelo económico capitalista, consolidando su
influencia a través de organizaciones como el
G7 y las
instituciones financieras globales.
- Las
potencias emergentes,
un término que empezó a utilizarse en las décadas de 1980 y 1990 para
referirse a aquellos países en desarrollo que lograron diferenciarse del
resto del "Tercer Mundo" durante la Guerra Fría. Estos países han adquirido un
peso creciente en la economía mundial y han sido agrupados bajo el
acrónimo "BRICS" (Brasil, Rusia, India,
China y Sudáfrica), un concepto popularizado por el Banco de Inversión
Goldman Sachs en el año 2000.
Desde
una perspectiva teórica, podemos entender el concepto de potencia
internacional siguiendo a Smouts, quien la define como aquel Estado que tiene la capacidad
de controlar las reglas del juego en ámbitos clave de la competencia
internacional. Este poder se mide no solo en términos económicos, sino también
en su capacidad de proyectar influencia política y diplomática a nivel global.
A su vez, Toynbee define a una gran potencia como aquella cuya acción política
se extiende a la totalidad del sistema internacional en el que opera. En
términos macroeconómicos, la influencia de una potencia también se mide por su Producto Interno Bruto (PIB), un indicador clave que refleja el peso de un país en
la economía global.
No
obstante, las preguntas claves siguen siendo: ¿qué poder real tienen estas
potencias en el actual proceso de transformación del orden internacional? y,
¿cómo se comparan entre sí en términos de poder político y económico?
Para
abordar estas cuestiones, es necesario analizar la posición de las potencias
más influyentes del mundo contemporáneo: Estados Unidos, China, Arabia
Saudí, Rusia y la Unión Europea. Estas potencias han adoptado diferentes
estrategias para consolidar su influencia en el escenario mundial:
- Estados Unidos, mantiene su liderazgo como el
principal centro financiero y tecnológico del mundo. Su dominio se
fundamenta en su capacidad de innovación, su influencia sobre los mercados
de capitales y su poderío militar. Sus corporaciones tecnológicas, como Apple,
Microsoft, Google y Amazon, han redefinido las dinámicas del comercio
y la conectividad global.
- China, por su parte, ha desarrollado
una estrategia basada en la expansión económica y la inversión masiva en
infraestructuras internacionales a través de iniciativas como la
Nueva Ruta de la Seda.
Su capacidad de manufactura, su control sobre la producción de tecnologías
clave (como los semiconductores y las telecomunicaciones) y su influencia
en mercados emergentes la posicionan como un rival directo de Estados
Unidos.
- Arabia Saudí ejerce su poder principalmente a
través de su riqueza petrolera. Su capacidad para influir en los precios
del petróleo y su papel como uno de los principales actores en los
mercados energéticos globales le permiten mantener una posición clave en
la geopolítica internacional. Además, el país ha diversificado sus
inversiones a través de su fondo soberano, participando en sectores estratégicos
como la tecnología y las infraestructuras.
- Rusia, aunque enfrenta desafíos
económicos debido a sanciones internacionales, sigue siendo un actor clave
en el ámbito energético y militar. Su influencia en el suministro de gas y
petróleo a Europa y Asia, así como su papel en conflictos geopolíticos, la
mantienen como una potencia con capacidad de incidencia en la política
global.
- La Unión Europea, en contraste, se encuentra en
una posición compleja. Si bien es una de las principales economías del mundo
y cuenta con una sólida base industrial y tecnológica, enfrenta
dificultades a la hora de articular una política exterior y económica
común que le permita competir de manera efectiva con otras grandes
potencias. Su enfoque regulador en sectores como la tecnología y el medio
ambiente es importante, pero necesita desarrollar estrategias más audaces
para adaptarse a un mundo multipolar en constante cambio.
En
términos generales, aunque el poder mundial sigue estando cada vez más
repartido, Estados Unidos y China son los lideres del escenario global,
seguidos de cerca por Arabia Saudí y dentro de este escenario
está Rusia. En este contexto, la Unión Europea enfrenta el
desafío de redefinir su papel en un mundo cada vez más competitivo, mientras
que otras regiones del mundo, como África, Asia y
América Latina, buscan aumentar su
protagonismo dentro del llamado "Sur Global".
En
conclusión, el orden internacional del siglo XXI está en plena
efervescencia de transformación. Si bien las potencias tradicionales siguen
ejerciendo una influencia significativa, mientras que las potencias emergentes
han demostrado su capacidad para desafiar el statu quo intentando
cambiar la dinámica global. La clave del futuro, radica en la capacidad de adaptación
de estos actores, en la gestión de sus interdependencias y en la construcción
de un equilibrio geopolítico que permita la estabilidad y el desarrollo a nivel
global, aunque pienso que el ego de poder es el primate de todas las futuras
contrariedades que pudieran existir entre todos ellos, “el monopoly del poder”.
Mentiras
y órdagos lanzados como si se tratase de una partida de “MUS”, se interponen
para establecer un nuevo Orden Internacional. El juego a tres bandas entre
EE.UU, Rusia e Israel, nos adelanta como terminará la partida, si Europa no se
anticipa ante todas esas pretensiones de los EE.UU. que admite la invasión de
Rusia sobre el territorio de Ucrania (La República de
Crimea y la ciudad de Sebastopol) y a cambio obtendría
la compensación de los prestamos materiales y económicos ofrecidos a Ucrania para gestionar el 50% de
las reservas de petróleo y gas, además de los minerales de las 'tierras raras' que poseen, ya que son recursos fundamentales en la
construcción de misiles o coches eléctricos;
mientras que en la franja de Gaza,
pretende el desalojo de los palestinos para reconstruirla como forma de ganar
dinero con el mercado inmobiliario, sin olvidarnos de Groenlandia
por situarse como zona estratégica militar. También está el Canal de Panamá,
foco de una lucha de poder entre EE.UU. y China, que afecta a las relaciones
comerciales que mantiene con la Unión Europea.
Conseguido todo este plan y el que ingeniosamente se le pueda seguir
ocurriendo, estaría la interposición de que ciertas zonas se rijan por la ley de Nueva York. Continuará…..
Cita:
Las ideas revolucionan el mundo y, muchas de ellas lo destruyen. Manu Sánchez. (Octogésima
séptima entrega 24 de febrero de 2025)
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