Núm.
342 febrero 2025 - La Gaceta del Taxi
342 – El enjambre inversor tecnológico VI
LAS
MEGACORPORACIONES
Vivimos en un mundo profundamente globalizado,
donde las megacorporaciones de inversión privada, representadas
por un reducido número de empresas multinacionales. De acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional
(FMI), estos fuertes inversores participan activamente en una multiplicidad de
sectores económicos globales. Entre ellos, se incluyen áreas tan diversas como,
las tecnologías de la información, las bolsas de valores (el IBEX-35 en
España), la industria textil, los medios de comunicación, la publicidad y el
marketing, los servicios financieros, las telecomunicaciones, la automoción, el
transporte aéreo y marítimo, la industria farmacéutica, la energía y la
alimentación. Es tan fuerte su poder, que de igual manera ejercen un dominio
casi absoluto sobre diversos aspectos de nuestra vida cotidiana. Estas grandes
corporaciones influyen no solo en lo que consumimos, sino también en cómo
trabajamos, nos comunicamos, nos alimentamos y nos relacionamos. De esta forma,
las decisiones de estas entidades inversoras, tienen un impacto directo sobre la
economía global, provocando una concentración económica sin precedentes.
Esta concentración ha generado una forma de
competencia desigual que favorece el desarrollo y la consolidación de monopolios
y oligopolios a nivel mundial. Las grandes corporaciones financieras han
logrado posicionarse en sectores clave de la economía, consolidándose en el
mercado de forma que, a pesar de la apariencia de competencia por la diversidad
de marcas, la propiedad real de dichas marcas recae en un puñado de grandes
empresas matrices. Esto es particularmente visible en la industria
agroalimentaria,
donde solo diez gigantes dominan más del 8% del comercio global de alimentos, o
en el sector farmacéutico, en el que el desarrollo tecnológico
y la alta inversión han dado lugar a una concentración del poder en pocas
manos, propiciando la mercantilización de la salud, en la cual las ganancias
económicas prevalecen sobre los intereses sanitarios o sociales.
Las grandes
corporaciones extranjeras, especialmente aquellas procedentes de los Estados
Unidos, los Emiratos Árabes y China, no se limitan al ámbito internacional
pues también tienen un peso significativo en las economías locales. Si hablamos
de la Bolsa española, estas megacorporaciones controlan de manera
indirecta, una proporción muy importante, consolidando aún más su influencia en
el mercado financiero. En este contexto de globalización y
transformación económica, el sistema bancario también ha sufrido una concentración de poder
en unos pocos bancos que controlan una parte significativa del capital y los
préstamos a nivel global.
Ejemplos de esto, se encuentran en entidades
españolas como el Banco Santander, el BBVA, CaixaBank y Banco
Sabadell, que a lo largo de su historia han realizado una serie de fusiones
y adquisiciones para consolidarse como actores principales en el mercado
financiero global. El Santander, por ejemplo, ha crecido de manera
agresiva desde su fundación en 1857, posicionándose como uno de los bancos más
grandes del mundo en términos de capitalización bursátil. De igual manera, el
BBVA ha seguido un proceso de expansión y consolidación, fusionándose con el
Banco de Vizcaya y luego con Argentaria, consolidándose como una de
las principales instituciones financieras del país.
El sistema financiero global se caracteriza por una estructura
jerárquica en la que los bancos centrales y las grandes corporaciones
transnacionales, tienen un control predominante sobre la emisión de dinero y la
circulación de capitales. Este proceso ha desembocado en la configuración de lo
que algunos denominan "élites globales", un grupo reducido de
individuos y organizaciones que detentan el poder económico mundial y
que, a través de sus decisiones estratégicas, influyen no solo en la economía,
sino también en la política y las instituciones internacionales. De todo este
enjambre, nos encontramos con el banco central
internacional
que organiza y
fomenta la cooperación monetaria y financiera internacional. Denominado Banco de Pagos
Internacionales
(BPI), tiene su sede en Basilea, Suiza, desempeñan un papel crucial, pues es
considerado el "banco central de los bancos centrales", con
una influencia considerable en la regulación monetaria y financiera global,
donde su importancia radica en que no responde ante ningún gobierno.
En conclusión, el modelo de libre mercado promovido
por las megacorporaciones y otros actores internacionales, ha dado lugar a una
profunda concentración del poder económico, lo que ha facilitado la formación
de monopolios y oligopolios en todos los sectores clave de la
economía. Esto ha tenido repercusiones en la vida diaria de las personas, ya
que las grandes corporaciones, lejos de ser actores aislados, son ahora los
actores predominantes en casi todos los aspectos de la vida económica y social.
A medida que los procesos de desregulación continúan, la concentración de poder
en pocas manos amenaza con acentuar aún más la desigualdad y la dependencia de
los mercados globalizados. A los participantes de todo este enjambre económico
y tecnológico lo que menos les gusta son las restricciones o condiciones que se
les pueda imponer por los legisladores en cada país. Tan solo entiende, el
pensamiento del libre mercado, sin ninguna regla nada más que las que impone la
oferta y la demanda. Continuará……
Cita:
¿Deben ser los mercados los que dicten el porvenir socioeconómico, incluso
político, de los países? ¿O debe, por el contrario, seguir siendo el Estado el
actor regulador que asegure el estado del bienestar de todos los ciudadanos? Mi
opinión la tengo bastante clara …..Manu Sánchez. (Octogésima
sexta entrega 24 de enero de 2025)
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