Los dueños de los eurotaxis se quejan de
la falta de pago de las subvenciones, y FEGRADI de la falta de estos vehículos
14.02.12 - 00:46 -
DIEGO QUERO | GRANADA.
Los conductores de los taxis adaptados
no pueden más. Aseguran que su situación continúa agravándose por no cobrar las
subvenciones que se les adeudan, a lo que hay que añadir la crisis económica
actual.
Los doce conductores de los eurotaxis
que hay en Granada llevaban desde el año 1992 cobrando una subvención por tener
este tipo de vehículos, hasta que en 2008 se cerró el grifo y las
administraciones dejaron de pagar. 2010 fue una excepción y los taxistas
recibieron 5.000 euros en forma de compensación. Si la cuantía de la primera
ayuda fue de 420.000 pesetas (2.524 euros), calculan que este año tendrían que
cobrar entre 6.500 euros y 7.000 euros por taxi. Con los años sube el montante
de la ayuda ya que esta se fija atendiendo al IPC y a la subida del
combustible.
El dinero que se debe en la actualidad
puede llegar a los 168.000 euros, por no haber recibido nada ni en 2011 ni en
2012, una suma que se antoja complicada para cualquier administración.
Un servicio insuficiente
Son doce eurotaxis los que dan servicio
a Granada y su área metropolitana, aunque desde la Federación Granadina de
Personas con Discapacidad Física y Orgánica (FEGRADI), consideran que son pocos
vehículos los que hay. Dicen que por ley, el número de taxis adaptados debe ser
del 5 por ciento, aunque en Granada esta cifra ronda el 2 por ciento.
Además, el presidente de FEGRADI, Martín
Ortega, se queja porque se sienten «utilizados» por parte de los taxistas.
Ortega también se muestra muy crítico con la existencia de la subvención que
reclaman los taxistas. «Me consta de que no le va tan mal a los conductores con
coches adaptados, por ser vehículos más grandes, los llaman de hoteles, de
Sierra Nevada, del aeropuerto, porque tienen el maletero más grande», dice
Ortega.
Hace dos años los taxistas de los
vehículos adaptados se pusieron en huelga por la falta de pago de las ayudas
acordadas. «Hicieron una huelga salvaje y discriminatoria, porque no se fueron
a la Plaza del Carmen, ni a la puerta del Instituto del Taxi, ni cortaron la Gran
Vía ni la Autovía. Simplemente no llevaron a personas con discapacidad. Y
durante ese tiempo seguían ganando su dinero como cualquier otro taxista»,
critica Ortega.
Pero la relación de los conductores con
los discapacitados es buena. Entre los dos colectivos hay grandes relaciones
personales, propiciadas por el paso tiempo, la comprensión y la solidaridad.
El 'butanito'
José Puerto lleva con orgullo el número
que le acredita como eurotaxista. Fue el cuarto conductor que consiguió la
licencia del eurotaxi en Granada en el año 92. Jose es un joven discapacitado
que utiliza el taxi de José. Confiado, Jose llama a su amigo el taxista
'butanito', ya que el primer coche de este conductor tenía instalada una
bombona de butano para ayudarle a no gastar tanto combustible. A pesar de la
buena relación, José se muestra preocupado por la falta de pago de la
subvención. «Yo puedo ser solidario, pero no soy una oenegé», dice el taxista,
que detalla los numerosos gastos que acarrea este tipo de vehículo.
En el 92 era aún más caro, por el tipo
de coche, el combustible o las piezas. Hoy la oferta de vehículos es más
amplia, aunque no hay que olvidar el mayor gasto en combustible por ser un
vehículo más grande, que la adaptación cuesta unos 11.000 euros, o que el
seguro es más caro. «El dinero lo he sacado yo de mi bolsillo, todo el coche es
más caro, y el taxímetro es el mismo, al usuario no le cuesta más por estar
adaptado», dice José.
A pesar de la situación en la que se
encuentran, ninguno de los doce eurotaxis de Granada ha dejado de prestar
servicio. «Sería lamentable dejar a esta gente sin taxis», dice José.
El Instituto quiere pagar
El Instituto Metropolitano del Taxi de
Granada es el responsable de dar las ayudas, pero en la actualidad se encuentra
paralizado por la renovación de su estructura como consecuencia de las pasadas
elecciones de mayo.
El presidente del Instituto
Metropolitano del Taxi y vicepresidente de la Diputación de Granada, José
Antonio Robles, explica que la «irregularidad» de un nombramiento que se hizo
cuando se creó el organismo por parte de la Junta de Andalucía está retrasando
la cuestión de las subvenciones.
Robles asegura que su intención es que
los conductores de los vehículos adaptados cobren el dinero que se les adeuda
de 2011 y 2012, para lo que tendrá que reunirse la junta rectora del Instituto.
El presidente del organismo también ha insistido en que el dinero de la
subvención existe y se va a dar. «No hay un problema de tesorería, ni existe un
problema de presupuesto», afirma Robles. Si se desbloquea el Instituto, se
podría aprobar el pago de la subvención que los taxistas esperan como agua de
mayo.
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