Núm. 348 septiembre 2025 - La Gaceta del Taxi
348 – El Poder de las grandes potencias
VI
TECNOLOGIA, MOVILIDAD Y TRANSPORTE
La tecnología fue un factor
importante en el desmantelamiento de los sistemas de control financiero
tradicionales, entendieron que la tecnología proporcionaba algo de lo que el
capitalismo había carecido hasta entonces: un modelo de sociedad y una cultura propia,
una proyección amable y no monitorizada de los mercados globales sobre los
vínculos sociales cotidianos. Sectores como la agricultura, la seguridad, la
educación, el turismo, la producción industrial o audiovisual, el trabajo de
reparto o la movilidad anexa con los modos de transporte, no
pueden comprenderse ya sin tener en cuenta a los gigantes digitales. La
tecnología digital pasó a ser vista como el último bote salvavidas para una era
económica en descomposición.
Y
aquí, la revolución digital puso la guinda en el pastel donde aprovechando la desintegración que estaba sufriendo el
capitalismo por aquel entonces, a través de las recién nacidas nuevas tendencias llevadas a
cabo por las StartUp, la tecnología se iría consolidando globalmente en
todos los ámbitos económicos, sociales y laborales. La renovada economía
mundial abrazada por la nueva revolución digital marcó la transformación de
todos los sectores y actividad económicas a nivel mundial.
En el ámbito de la movilidad urbana,
tras el poder adquirido, se posicionaron como motor principal en su
transformación, -la maquinaria estaba en marcha-. Ante la creciente
masificación de ciudadanos en las áreas urbanas, -como era de esperar-, en
paralelo aumentaba exponencial el parque automovilístico, -una constante
preocupación de las administraciones locales ante la congestión del espacio
público y la polución medioambiental-. Por consiguiente, suponía un gran reto
que derivó en la búsqueda de soluciones para una movilidad urbana mucho más
eficiente.
A través de las plataformas, las
soluciones en la movilidad se configuraron de acuerdo a cómo nos movemos; La
recopilación de datos, el uso de aplicaciones y el desarrollo de la movilidad
compartida (centro de la ecuación), son ejemplos de cómo el capital
tecnológico organizaba y optimizaba el transporte, integrando la eficiencia en
la gestión de las ciudades, creando los nuevos modelos de negocio (gestión e
intermediación digital) y, el acceso a los servicios de movilidad mediante las
plataformas.
Ya comenté por aquel entonces, el camino
que llevaría al sector del taxi hacia una calle sin salida y todo debido a la
inacción por parte de los legisladores y de las Administraciones Públicas
competentes. Inacción que en la década 2010/2020, favorecerían la capacidad
disruptora de las plataformas en una invasión sin precedentes en el terreno
urbano. Pasado todo este tiempo, hoy tengo que redactarlo en presente y como
podemos comprobar, ese pasado ha revolucionado el sector del transporte y de la
movilidad urbana, encontrándonos con toda una emergente innovación de nuevos
modelos de transporte que abarca desde la movilidad a la micro movilidad
tecnificada, electrificada y dicen que sostenible con el medioambiente.
Por otro lado, he de decir, que los
inversores nunca han sentido un atractivo por nuestro sector, eran momentos
donde el liberalismo americano pretendía asentarse en todos los países donde la
tecnología no entendía de fronteras.
Apostaron más, por las recién creadas Apps disruptivas, exclusivas para ofrecer servicios en el nuevo
formato de movilidad a través de nuevos modelos de transportes. Entendieron que
sería la forma más objetiva y rápida de poder obtener beneficios de las inversiones realizadas. Sin normas ni
regulaciones y menos aún expuestas, aún control fiscal, aprovecharon la
confusión existente en esos momentos, dando el impulso necesario mediante el
escaparate del Consumo Colaborativo,
desde donde surgiría un amplio glosario de nuevos conceptos de negocio que
irían más allá del conocido “trueque”,
para transformase en “Economía Lucrativa”.
La pasividad de los legisladores
realizando normas de baja calidad y la inacción de las administraciones
públicas, excusando carencias legales frente a este fenómeno, ya nos indicaban
que era lo que buscaban, de sus pretensiones, de quienes les apoyaban y como
les estaban abriendo el camino poniéndoles una alfombra roja a esa fuerte
irrupción internacional de las plataformas disruptivas que nacieron bajo los
brazos de masivas inyecciones económicas por los inversores financieros. El
mundo digital se bifurcaba entre el autoritarismo digital (o
tecnoautoritarismo) y el modelo del Silicon Valley de corporaciones privadas
que desplegaron un capitalismo de vigilancia, término que fue bautizado por Shoshana Zuboff.
El capitalismo, se adentraba en aquellos
modelos emergentes que poseían un poder lucrativo, como por ejemplo, el Carsharing (un coche que es
propiedad de una empresa que los alquila
por minutos u horas, Car2Go,Emov o Zity). Con el paso de los
años, se crearon nuevos
servicios destinados a la última milla (micro movilidad - motos y bicis
eléctricas) o, de aquellos conceptos que se refieren a las diferentes formas de
compartir un coche (una apuesta mundial); el Ridersharing (viajes compartido
entre particulares), Ridepooling (en este caso el vehículo es particular, y su conductor
no profesional pone a disposición las plazas libres para todos aquellos que
vayan a realizar el mismo recorrido o uno similar. A diferencia del Carsharing, eminentemente urbano, se usa más para viajes y
trayectos interurbanos, Amovens y Blablacar); el Ridehailing (desplazamientos
reservados entre varias personas compartiendo el mismo vehículo mediante
aplicación, UBER-CABIFY-LIFT-BOLT) o, el Charging (un sistema propio para los vehículos enchufables con una
cuota fija mensual) que completará con la la cadena de transporte tecnificado,
hasta llegar con la inclusión del vehículo autónomo
sin conductor.
La movilidad dentro de la revolución tecnológica, como se
puede comprobar, es un elemento muy apetecible para la gente del mundo
capitalista (inversor-financiero)". Si la tecnología
creaba nuevos modelos de transporte, la nueva economía digital, creaba todo un
amplio modelo de inversores globales: gestoras, asesorías financieras,
consultorías, escuelas de negocio, que pudieran intervenir con todo aquello que
estuviese relacionado con la tecnología y las nuevas actividades emergentes.
Por tanto, ese triángulo compuesto por el
poder inversores, plataformas y gobiernos, han ido configurando el lanzamiento
de las Smart Cities unida a la
movilidad urbana a través de inversiones en infraestructura sostenible,
innovación tecnológica y políticas públicas que promueven modos de transporte
más eficientes y menos contaminantes, como los descritos.
Para llevar a cabo todas estas
iniciativas, y poder evolucionar hacia ese cambio, han dirigido con una
mayor precisión, desnaturalizar las normativas legales existentes en el área de
transporte y la movilidad urbana en todas aquellas ciudades que se han
implantado. Es decir, por poner un ejemplo en España, las normas, regulaciones y requisitos legales
que afectan al sector del taxi, se
están, rebajando y, a su vez, -a río
revuelto ganancias de pescadores-, aprovechado, para incorporar (encuadrar) la actividad del arrendamiento de vehículos con conductor, consiguiendo
obtener un encaje jurídico muy laxo en la normativa de transporte, mutándoles a
una nueva versión, denominados vehículos de transporte con conductor (VTC), con las pretensiones de incorporar
competitividad mediante la transformación de los servicios de movilidad
urbana, hacia la electrificación, la
digitalización y la automatización que a futuro y tras la intensa recogida de
datos, sean realizados hacia una
conversión en vehículos de conducción
autónoma, al igual, que se está
experimentando en las ciudades de Singapur, Helsinki y San Francisco, que
lideran la adopción de tecnología como la
IA, que preparan la movilidad compartida, los vehículos de conducción
autónoma y taxis aéreos dentro de un sistema mundial. Y, aquí está el resultado
de la ecuación, donde inversores y plataformas obtienen grandes beneficios y,
gobiernos y administraciones públicas descansan a la sombra de los mismos.
Continuará.
Cita: Cuándo el poder dicta las reglas, la justicia se convierte en un
disfraz. No confundas Ley con verdad, ni autoridad con moral. A veces, el
verdadero culpable es quien escribe las normas. Nonagésima segunda entrega 27
de agosto del 2025. (1277)