domingo, 28 de septiembre de 2025

Art 349 - El Poder de las grandes potencias VII

 

Núm. 349 octubre 2025 - La Gaceta del Taxi

 

349 – El Poder de las grandes potencias VII

 

 TECNOLOGIA, MOVILIDAD Y TRANSPORTE INTELIGENTE

 

Las brutales turbulencias económicas iniciadas con la Gran Recesión de 2008 terminaron por colapsar en 2012, donde las plataformas supervivientes del pinchazo de la ‘burbuja puntocom’ en el año 2000, se expandieron por todos los rincones del mundo. Un efecto que provocó un desplazamiento masivo del capital hacia el sector tecnológico (Srnicek, 2017).

 Con la entrada del Siglo XXI, la Tecnología, la Comunicación y la Información aceleraban los avances tecnológicos, con grandes desafíos que planteaba “la nueva economía basada en el conocimiento”. Una economía que utiliza el conocimiento  como elemento fundamental para generar valor y riqueza por medio de su transformación a información o mejor dicho, abriendo la nueva etapa económica basada en el Capitalismo Tecnológico, donde hace tiempo que trascendió la cada vez más desdibujada frontera entre lo digital y lo material, colonizando el Mundo. En esta nueva etapa, la riqueza dada por la disponibilidad de la innovación tecnológica se concentró en las grandes corporaciones digitales (empresas multinacionales y trasnacionales), iniciaron un control sobre la nueva economía global, las infraestructuras, la movilidad, el transporte, el I+D+i, así como un excesivo poder para determinar las relaciones de producción y los servicios de todos los sectores, confiriéndoles inclusive un poder político. 

Todo ese control y su gestión logística respecto a la configuración urbanística diseñada para las futuras ciudades inteligentes (Smart Cities), se programaron sobre la movilidad, la electrificación y su tecnificación, intentando hacer ver a los gobiernos que se puede llegar a conseguir una posible reducción significativa de la huella de carbono. Además, a través de las emergentes App,s, se presentaron como un elemento clave para mejorar la eficiencia en el transporte urbano reduciendo la congestión y optimizando las rutas, así como, en promover el uso de vehículos eléctricos y otras alternativas ecológicas, alternándose con los objetos globales de sostenibilidad. Y todo ello, porque las App,s de movilidad utilizan algoritmos avanzados y análisis de datos (Inteligencia artificial y Big Data) para identificar patrones de tráfico, cuellos de botella y áreas con alta congestión.

Por ello,  la UE., creyente en la ideología de este cambio,  aborda con la mayor urgencia, las posibles tendencias en materia política de la movilidad y del transporte, reconociendo que se enfrenta a grandes retos producto de la progresiva mundialización tecnológica, la evolución de las relaciones con terceros países, el aumento del transporte de mercancías y pasajeros, la modificación de las estructuras sociales y de la evolución demográfica junto a la creciente urbanización, los futuros cambios comerciales, las posibles consecuencias del cambio climático,  las modificaciones que deben aportarse en el ámbito del abastecimiento energético y, por último, a los cambios y en general a los avances tecnológicos que están invadiendo todas las áreas de la sociedad europea…….

Por ello, los gobiernos y administraciones públicas emborrachados en la búsqueda de soluciones que puedan reducir el uso del automóvil privado en las ciudades, que según nos dicen, son unos consumidores de suelo, de contaminación y de recurso de las arcas públicas, se encuentran abducidos por los nuevos aires tecnológicos. Las plataformas digitales alimentadas y potenciadas por los inversores, han sabido venderse como paraguas de solución global de la movilidad ante un renovado modelo económico y de finanzas consiguiendo obtener un poder absoluto en todos los sectores.

Pero tenemos que decir que las plataformas necesitan tener ciertos lazos de unión y de colaboración para ejecutar estos cambios, gracias a las empresas de automoción, cada día más electrificada y con los nuevos modos de transporte tecnificados, han impulsado su integración en la movilidad dentro de una cápsula común como núcleo central basándose en materia medioambiental con una proyección que viaja hacia un futuro más eficiente que indican que reducirá progresivamente el uso del coche privado, mentalizando al ciudadano en ir adquiriendo hábitos de compartir los desplazamientos en las ciudades mediante los nuevos modos de transporte ecológicos. La sociedad admite esa irrupción al descubrir que, para continuar desarrollando una vida social, disfrutando del ocio y la cultura o, de poder ejercer una actividad profesional, tienen que aceptar las condiciones y los términos impuestos por las grandes corporaciones inversoras y tecnológicas.

A estas alturas, ya podemos entender que esa borrachera de pretender eliminar o de reducir la huella de carbono está en la mente de todos nosotros, sin embargo, pienso que la congestión en las ciudades seguirá existiendo, a no ser que las administraciones empiecen a acotar la circulación en el perímetro central urbano por muy eléctricos que seamos, al final tendrán que circular por esa área, al transporte público y por supuesto al taxi. Por consiguiente, la fuerte presiones ejercidas por las plataformas disruptivas, no van en la línea de reducir la congestión viaria, porque su verdadera pretensión se esconde en la sombra (oligopolio digital), un modelo que se caracteriza por la concentración del poder de mercado, el uso intensivo de datos y tecnología, la creación de barreras de entrada y la interconexión de diferentes servicios, lo que genera una fuerte concentración.

El núcleo de la era digital existente, es un entramado capitalista con poder oligopolista que permite a las empresas privadas tecnológicas (Google, Amazon, Meta, Apple, Microsoft, Xiaomi, Huawei, etc.,) controlar infraestructuras fundamentales, tanto de la actividad productiva como de gran parte de la vida cotidiana y la política. Es decir, un capitalismo digital que concentra gran parte del poder de mercado al controlar datos, plataformas de movilidad y servicios esenciales de las ciudades de todos los países.

Desde mi punto de vista, mi opinión una opinión más o, quizás, contraria a los demás, las estrategias llevadas a cabo de los principales actores, gobiernos e inversores que están trabajando en coordinación, (codo con codo), con las plataformas digitales en toda esta transformación de la movilidad urbana derivará hacia un control y total gestión de un transporte urbano inteligente y sostenible en manos de unas pocas plataformas disruptivas. Continuará….

CITA:  Los grandes cambios siempre vienen acompañados de fuertes tormentas. No es el fin del mundo, es el inicio de uno nuevo, al cual, tendremos que seguir adaptándonos por la cuenta que nos trae (IA). (frase atribuida a Lorena Franco). (Nonagésima tercera entrega 27 de septiembre del 2025. (1477).

miércoles, 27 de agosto de 2025

Art 348 - El Poder de las grandes potencias VI

 

Núm. 348 septiembre 2025 - La Gaceta del Taxi

 

348 – El Poder de las grandes potencias VI

 

 TECNOLOGIA, MOVILIDAD Y TRANSPORTE

 

La tecnología fue un factor importante en el desmantelamiento de los sistemas de control financiero tradicionales, entendieron que la tecnología proporcionaba algo de lo que el capitalismo había carecido hasta entonces: un modelo de sociedad y una cultura propia, una proyección amable y no monitorizada de los mercados globales sobre los vínculos sociales cotidianos. Sectores como la agricultura, la seguridad, la educación, el turismo, la producción industrial o audiovisual, el trabajo de reparto o la movilidad anexa con los modos de transporte, no pueden comprenderse ya sin tener en cuenta a los gigantes digitales. La tecnología digital pasó a ser vista como el último bote salvavidas para una era económica en descomposición.  Y aquí, la revolución digital puso la guinda en el pastel donde aprovechando la desintegración que estaba sufriendo el capitalismo por aquel entonces, a través de las recién nacidas nuevas tendencias llevadas a cabo por las StartUp, la tecnología se iría consolidando globalmente en todos los ámbitos económicos, sociales y laborales. La renovada economía mundial abrazada por la nueva revolución digital marcó la transformación de todos los sectores y actividad económicas a nivel mundial.

En el ámbito de la movilidad urbana, tras el poder adquirido, se posicionaron como motor principal en su transformación, -la maquinaria estaba en marcha-. Ante la creciente masificación de ciudadanos en las áreas urbanas, -como era de esperar-, en paralelo aumentaba exponencial el parque automovilístico, -una constante preocupación de las administraciones locales ante la congestión del espacio público y la polución medioambiental-. Por consiguiente, suponía un gran reto que derivó en la búsqueda de soluciones para una movilidad urbana mucho más eficiente.

A través de las plataformas, las soluciones en la movilidad se configuraron de acuerdo a cómo nos movemos; La recopilación de datos, el uso de aplicaciones y el desarrollo de la movilidad compartida (centro de la ecuación), son ejemplos de cómo el capital tecnológico organizaba y optimizaba el transporte, integrando la eficiencia en la gestión de las ciudades, creando los nuevos modelos de negocio (gestión e intermediación digital) y, el acceso a los servicios de movilidad mediante las plataformas.

Ya comenté por aquel entonces, el camino que llevaría al sector del taxi hacia una calle sin salida y todo debido a la inacción por parte de los legisladores y de las Administraciones Públicas competentes. Inacción que en la década 2010/2020, favorecerían la capacidad disruptora de las plataformas en una invasión sin precedentes en el terreno urbano. Pasado todo este tiempo, hoy tengo que redactarlo en presente y como podemos comprobar, ese pasado ha revolucionado el sector del transporte y de la movilidad urbana, encontrándonos con toda una emergente innovación de nuevos modelos de transporte que abarca desde la movilidad a la micro movilidad tecnificada, electrificada y dicen que sostenible con el medioambiente.

Por otro lado, he de decir, que los inversores nunca han sentido un atractivo por nuestro sector, eran momentos donde el liberalismo americano pretendía asentarse en todos los países donde la tecnología no entendía de fronteras.  Apostaron más, por las recién creadas Apps disruptivas, exclusivas para ofrecer servicios en el nuevo formato de movilidad a través de nuevos modelos de transportes. Entendieron que sería la forma más objetiva y rápida de poder obtener beneficios de las inversiones realizadas. Sin normas ni regulaciones y menos aún expuestas, aún control fiscal, aprovecharon la confusión existente en esos momentos, dando el impulso necesario mediante el escaparate del Consumo Colaborativo, desde donde surgiría un amplio glosario de nuevos conceptos de negocio que irían más allá del conocido “trueque”, para transformase en “Economía Lucrativa”.

La pasividad de los legisladores realizando normas de baja calidad y la inacción de las administraciones públicas, excusando carencias legales frente a este fenómeno, ya nos indicaban que era lo que buscaban, de sus pretensiones, de quienes les apoyaban y como les estaban abriendo el camino poniéndoles una alfombra roja a esa fuerte irrupción internacional de las plataformas disruptivas que nacieron bajo los brazos de masivas inyecciones económicas por los inversores financieros. El mundo digital se bifurcaba entre el autoritarismo digital (o tecnoautoritarismo) y el modelo del Silicon Valley de corporaciones privadas que desplegaron un capitalismo de vigilancia, término que fue bautizado por Shoshana Zuboff.

El capitalismo, se adentraba en aquellos modelos emergentes que poseían un poder lucrativo, como por ejemplo, el Carsharing (un coche que es propiedad de una empresa que los alquila por minutos u horas, Car2Go,Emov o Zity). Con el paso de los años, se crearon nuevos servicios destinados a la última milla (micro movilidad - motos y bicis eléctricas) o, de aquellos conceptos que se refieren a las diferentes formas de compartir un coche (una apuesta mundial); el Ridersharing (viajes compartido entre particulares), Ridepooling (en este caso el vehículo es particular, y su conductor no profesional pone a disposición las plazas libres para todos aquellos que vayan a realizar el mismo recorrido o uno similar.  A diferencia del Carsharing, eminentemente urbano, se usa más para viajes y trayectos interurbanos, Amovens y Blablacar); el Ridehailing (desplazamientos reservados entre varias personas compartiendo el mismo vehículo mediante aplicación, UBER-CABIFY-LIFT-BOLT) o, el Charging (un sistema propio para los vehículos enchufables con una cuota fija mensual) que completará con la la cadena de transporte tecnificado, hasta llegar con la inclusión del vehículo autónomo sin conductor.

La movilidad dentro de la revolución tecnológica, como se puede comprobar, es un elemento muy apetecible para la gente del mundo capitalista (inversor-financiero)". Si la tecnología creaba nuevos modelos de transporte, la nueva economía digital, creaba todo un amplio modelo de inversores globales: gestoras, asesorías financieras, consultorías, escuelas de negocio, que pudieran intervenir con todo aquello que estuviese relacionado con la tecnología y las nuevas actividades emergentes.

Por tanto, ese triángulo compuesto por el poder inversores, plataformas y gobiernos, han ido configurando el lanzamiento de las Smart Cities unida a la movilidad urbana a través de inversiones en infraestructura sostenible, innovación tecnológica y políticas públicas que promueven modos de transporte más eficientes y menos contaminantes, como los descritos.

Para llevar a cabo todas estas iniciativas, y poder evolucionar hacia ese cambio, han dirigido con una mayor precisión, desnaturalizar las normativas legales existentes en el área de transporte y la movilidad urbana en todas aquellas ciudades que se han implantado. Es decir, por poner un ejemplo en España,  las normas, regulaciones y requisitos legales que afectan al sector del taxi,  se están, rebajando y, a su vez, -a río revuelto ganancias de pescadores-, aprovechado, para incorporar (encuadrar) la actividad del arrendamiento de vehículos con conductor, consiguiendo obtener un encaje jurídico muy laxo en la normativa de transporte, mutándoles a una nueva versión, denominados vehículos de transporte con conductor (VTC), con las pretensiones de incorporar competitividad mediante la transformación de los servicios de movilidad urbana,  hacia la electrificación, la digitalización y la automatización que a futuro y tras la intensa recogida de datos,  sean realizados hacia una conversión en vehículos de conducción autónoma, al igual,  que se está experimentando en las ciudades de Singapur, Helsinki y San Francisco, que lideran la adopción de tecnología como la IA, que preparan la movilidad compartida, los vehículos de conducción autónoma y taxis aéreos dentro de un sistema mundial. Y, aquí está el resultado de la ecuación, donde inversores y plataformas obtienen grandes beneficios y, gobiernos y administraciones públicas descansan a la sombra de los mismos. Continuará.

Cita: Cuándo el poder dicta las reglas, la justicia se convierte en un disfraz. No confundas Ley con verdad, ni autoridad con moral. A veces, el verdadero culpable es quien escribe las normas. Nonagésima segunda entrega 27 de agosto del 2025. (1277)

jueves, 24 de julio de 2025

Art 347 - El Poder de las grande potencias V

 

Núm. 347 agosto 2025 - La Gaceta del Taxi

 

347 – El Poder de las grandes potencias V

 TECNOLOGIA y MOVILIDAD INTELIGENTE

 

Con ocasión de la aparición de las tecnológicas “StartUp” en el transporte y la movilidad, estas irrumpieron con una apuesta firme,  la creación de las futuras ciudades inteligentes, prometiendo solucionar por ejemplo, el caos de la gestión urbana a través de sensores y redes de transmisión de datos que puedan convertir automáticamente las ciudades en eficientes. Este mensaje caló rápidamente en los grandes inversores, en la presentación, un día del mes de junio del 2010, seis StartUp de Silicón Valley se reunieron al norte de San Francisco para captar inversores en un evento que, en aquel momento, pasó desapercibido. Entre las StartUp presentes se encontraba UBER, entonces conocida como UBERCAB con el ideario de solicitar coches de lujo, enfocándose en un mercado premium. Esperaban por primera vez, recibir financiación externa de 1,25 millones de dólares, sin embargo, los planes no se desarrollaron como esperaban. Para impulsar su lanzamiento en el mercado, entre los aproximadamente veinte inversores ángeles presentes, se encontraba, Chris Sacca que invirtió ($300,000) Garrett Camp ($220,000) Fondo Collective ($95,000), Michell Dkapor Trust ($75,000) etc., donde otros muchos inversores escépticos, dejaron pasar la oportunidad. Esta posición de captación de inversión inicial atrajo posteriormente a importantes firmas, fondos de capital riesgo (Seed Capital o Capital Semilla), con una visión global: Kluivert Perkins Caufield&Byers, Fidelity investments, Goldman Sach Group Inc, Jeff Bezzos de Amazon, BlackRock Inc, Londres Pine Capital y otros muchos, consiguiendo una gran aceptación sin precedentes para internacionalizar las App,s disruptivas destinadas a la movilidad y que en la actualidad siguen agitando el Mundo.

En esta década germinaron nuevas  plataformas  que incorporaban el mismo ideario, luchar por la descontaminación y congestión de las ciudades estableciendo una movilidad inteligente y nuevos modelos en los desplazamientos de los ciudadanos junto con las recién aparecidas App,s que paralelamente aparecían en el sistema del consumo colaborativo con la pretensión de transformarlas con el paso de los años en App,s destinadas a una economía lucrativa. Se estaba preparando el camino hacia el cambio.

Estos grandes capitalistas de la transformación económica y Plataformas disruptivas como destructores de los sectores tradicionales a través de la integración de la tecnología, traían bajo el brazo conseguir una liberación del mercado de transporte regulado en un mercado de libre competencia, desintegrando las normas y regulaciones legales existentes en todos los países del mundo. La nueva movilidad urbana, proyecta en cierne un transporte autónomo inteligente, pretendiendo optimizar el uso de la infraestructura urbana reduciendo significativamente el impacto ambiental del transporte. Esta esfera abarca una amplia gama de elementos tecnológicos e infraestructuras, como aparcamientos inteligentes, redes de recarga, señalización avanzada, coches eléctricos, coches autónomos y carriles bici, que trabajaran en conjunto para promover una movilidad más ecología. Es decir, presentaron un ideario ofreciendo una mejor calidad saludable en los entornos urbanos, así como una mejor organización y gestión del tráfico prestado en las diseñadas futuras ciudades inteligentes, llamadas “Smart Citiestambién llamadas «ciudades eficientes» o «ciudades súper-eficientes hiperconectadas”. 

Según se refieren, un nuevo desarrollo urbano basado en la sostenibilidad  que supuestamente, serían capaces de responder adecuadamente a las necesidades básicas de los gobiernos, central autonómicos y locales, las instituciones, las empresas y, de los propios habitantes, tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales. Esta forma innovadora de moverse por la ciudad optimizará la eficiencia del transporte aprovechando la gestión de datos recogidos para promover nuevos modelos de negocio: Car-Sharing, Ride-hailing y el Shared Mobility Market, todo esto en un concepto de movilidad más sostenible. Esta sinergia permitirá aprovechar plenamente el potencial de la tecnología emergente y garantizar que la infraestructura esté preparada para acoger los nuevos modos de movilidad (alguno de ellos, son una transición hasta llegar el vehículo autónomo) donde paralelamente las políticas públicas están siendo los principales actores para promover la adopción de este tipo de tecnología mediante incentivos, normativas claras e inversiones específicas, facilitando la adopción segura y equitativa de todos estos instrumentos tecnológicos. Un claro desafío político que silencia al sector del taxi, apuestando por transportes eléctricos, digitalizados y de conducción autónoma,

A partir de este artículo, iré analizando con mayor profundidad, como los países, las multinacionales inversoras y, las plataformas disruptivas digitales, han puesto toda la carne en el asador donde la movilidad es un reto imprescindible que vendrá a quitar las preocupaciones de los políticos, especialmente a los de ámbito local. Un reto, donde sus objetivos pasan por la integración eficaz de los avances tecnológicos en materia de automatización, electrificación y digitalización de activos y operaciones con mayor capacidad de disrupción y con un apoyo normativo e infraestructural adecuado, siendo fundamental para el desarrollo del futuro transporte urbano. La regulación marcará caminos y dibujará escenarios donde la Ley los allanará. Es de sobra conocido que la tecnología saca siempre varios cuerpos de ventaja al regulador y legislador, algo lógico, y es también evidente que las decisiones de estos van a ser determinantes, tanto en el uso de ciertas tecnologías como en el desarrollo de modelos derivados de estos potenciales usos.

Después de quince años de sufrimientos con la irrupción (alegal) del arrendamiento de vehículos con conductor, potenciados por las Plataformas disruptivas, se puede comprobar como los grandes inversores globales han implantado e impulsado, a través de fuertes inversiones, a las nuevas tecnológicas emergentes como nuevo modelo de negocio escalable que apuestan por el desarrollo de los servicios inteligentes de movilidad urbana otorgándoles la capacidad de la gestión y de la intermediación. Por tanto, la era de la movilidad inteligente, ha emergiendo con una fuerza clave de transformación en el sector del transporte, redefiniendo el modo en que nos movemos por las ciudades a través de tecnología avanzada y soluciones innovadoras. “Conectividad, movilidad, coche autónomo experiencia de usuarios, datos y analíticas, en búsqueda de nuevas fuentes de ingresos, desarrollan la conducción del mañana transformando la forma de desplazarse. Por lo que se ve, hay mucho en juego en todo este laberinto, donde el sector del taxi está desaprovechando todo su potencial.  Continuará….

Cita: El principio de que el fin justifica los medios se considera en la ética individualista como la negación de toda moral. En la ética colectivista se convierte necesariamente en la regla suprema”. – F.A. Hayek. (Nonagésima primera entrega 24 de julio de 2025) - 1059

martes, 24 de junio de 2025

Art 346 - El Poder de las grandes potencias IV

 

Núm. 346 julio 2025 - La Gaceta del Taxi

 

346 - El Poder de las grandes potencias IV

 

LAS MAYORES GESTORAS DE FONDOS DEL MUNDO

BLACKROCK Y VANGUARD ASSET MANAGEMENT

¿los verdaderos dueños del mundo?

He hablado mucho de las potencias mundiales y su capacidad para transformar el Orden Internacional en contextos geopolítico. Actualmente se puede observar cómo se están utilizando herramientas bélicas para ejecutar invasiones territoriales, o cómo mediante estrategias diplomáticas, se libran guerra comerciales y arancelarias que suponen un severo desafío para los gobiernos.

Si embargo, en la actualidad, más allá de los conflictos armados o las tensiones diplomáticas, existe un poder silencioso pero abrumador, coexiste un conjunto de actores que, aunque menos visibles, tienen una influencia aún más significativa en el nuevo Orden Internacional: las grandes gestoras de fondos de inversión  que se les considera «dueños del mundo» porque realmente son dueños a nivel financiero. Estas entidades, con participaciones en todos los sectores y mercados, gestionan activos por valor de billones de dólares, otorgándoles una capacidad de influencia que supera incluso la de algunos gobiernos.  Tienen participaciones en casi todas las multinacionales y empresas clave del planeta, controlan del 75% al 90% del mercado sector tras sector: tecnología, telecomunicaciones, energía, banca, medios, vivienda, transporte, sanidad, farmacéuticas, líneas aéreas, prensa, etc. Su influencia no se limita a lo financiero; también inciden en políticas públicas, regulaciones y decisiones estratégicas a nivel global. El economista independiente y premio Nobel Joseph Stiglitz, argumenta en su libro que “conforme sube el poder de mercado de los mastodontes corporativos, aumenta también la capacidad para influir en un sistema político donde manda el dinero”.

A nivel mundial estás son las principales gestoras del mundo que gestionan un patrimonio de 128 billones de dólares. Por orden de menor a mayor; Capital Group (1931), la alemana Allianz Group (1830), la francesa Crédit Agricola, Goldman Sachs, J.P. Morgan AM, Morgan Stanley (1935), State Street Gobal Advisors (1978), la suiza UBS Group (2023), Fideklity Investments, Vanguard Asset Management (1976), BlackRock.

Periódico digital Expansión 24-09-2024 con el titular: BlackRock, Vanguard, Capital Group y Fidelity controlan 90.000 millones en el Ibex- (el mayor accionista del IBEX 35)

Estas grandes corporaciones financieras, denominadas “tiburones de los mercados” o “ciber colosos”, han absorbido gran parte del tejido empresarial erosionando el mercado competitivo. En los entresijos de este variopinto enjambre inversor, representan los pilares de la nueva economía global, invierten, diversifican riesgos bajo criterios propios, alejados del control democrático y, en muchos casos, sin una regulación efectiva. Su poder no reside únicamente en el capital que mueven, sino también en su presencia dentro de los consejos de administración de todas aquellas grandes empresas de todos los sectores.

Al controlar empresas clave de sectores estratégicos, estas entidades poseen un poder que muchos gobiernos no alcanzan. Su influencia se extiende a políticas públicas, estrategias corporativas, regulación financiera e incluso a la toma de decisiones gubernamentales.

Por consiguiente, se entiende que, las megacorporaciones inversoras de fondos, tienen una influencia enorme sobre las Bolsas económicas y de valores del mundo. Su peso es tan grande que pueden mover los mercados y afectar los precios de las acciones a nivel global y todo porque son los principales accionistas de las multinacionales, de grupos empresariales y, de empresas más pequeñas. La mayoría de empresas que conocemos pertenecen a los mismos grupos empresariales y que al invertir o controlar estos grupos de forma indirecta, también controlan las otras. Así, se hacen con casi todo el mercado en todos los sectores, llegando a todas las empresas, por lo tanto, tienen un impacto a nivel global muy grande. A medida que estas conexiones se fortalecen, se genera un círculo donde unas pocas entidades tienen un control significativo sobre los mercados globales, lo que plantea debates sobre monopolio y regulación.

Este fenómeno ha generado una centralización del poder económico sin precedentes, dando lugar a un neocapitalismo en el que la riqueza y el poder se concentran en pocas manos. Aunque estas inversiones fomentan el crecimiento económico, los beneficios no se distribuyen equitativamente, lo que ha contribuido al aumento de la desigualdad, al deterioro del Estado de bienestar, al aumento del precio de las viviendas y, a la intermediación del transporte urbano.

BlackRock, posee el 88% de las acciones de las quinientas mayores empresas estadounidenses, presenta el ejemplo más claro de este poder concentrado. Tiene acciones en empresas como Apple, Microsoft, Amazon, Coca Cola, Pfizer, JP Morgan, Uber o McDonald’s. No solo influyen en sus decisiones estratégicas, sino que también disponen de herramientas tecnológicas avanzadas como Aladdín, (software para la gestión de carteras) plataforma de inteligencia artificial (BGF Next Generation Technology Fund) capaz de analizar riesgos, anticipar crisis y tomar decisiones de inversión en cuestión de segundos. Esto les permite operar con una ventaja estructural frente a otros actores del mercado, incluyendo los gobiernos y los pequeños inversores. El impacto de estas decisiones es inmediato: si un fondo invierte en un sector, las acciones suben; si retira capital, el mercado cae. Así de simple. La inestabilidad financiera generada por esta concentración de poder es, por tanto, un riesgo real y creciente para las economías nacionales.

Tengo que recordar que, en el año 2008, todo estaba preparado para una nueva generación de negocios en Internet que, rompería la frontera entre el mundo digital y el mundo físico. La economía colaborativa consistió en una nueva oleada de compañías de Internet que construyeron sitios web y aplicaciones móviles (plataformas de Internet) para facilitar las transacciones realizadas en el “mundo real”, como compartir viajes o hacer recados, sufriendo una mutación que se realiza dentro de un contexto totalmente diferente cuya etiqueta se cambia una vez que se han introducido en los mercados económicos. De hecho, la economía global puede ser el mayor truco de ilusión que se haya hecho a los ojos de la gente de todo el mundo. Para entender lo que realmente está sucediendo, vean el documental de Tim Gielen de una hora de duración, "MONOPOLY: Quien es el dueño del mundo?".

La BBC en una entrevista efectuada a Garlotte Slaiman, directora de Política de Competencia en la organización estadounidense Public Knowledge (conocimiento público), comento que la gente en todo el mundo, está dándose cada vez más cuenta de que el poder de estas grandes compañías está causando muchos y diversos problemas, donde muchos gobierno en la actualidad,  piensan que no juegan limpio, que la idea que vendieron en un primer momento del boom tecnológico,  fue que debían permitir que la innovación evolucionara libremente,  sin ataduras legislativas y menos aún regulatorias,  sin embargo,  este crecimiento de poder y la equidad económica con prácticas monopolísticas, trato desfavorable a los productos de la competencia a través de las plataformas digitales, uso abusivo de los datos de los cliente y adquisición o eliminación de todas las pequeñas empresas con potencial de amenazar su hegemonía (BBC Mundo 18 de noviembre 2020), los gobiernos han empezado a entender la gran capacidad de presión que ejercen en las legislaciones para favorecer sus intereses.  Ante esta situación, intentan poner límites al poder en la posición de las grandes empresas inversoras y tecnológicas, que se han vuelto dominantes en la era del capitalismo digital.

Por tanto, el discurso de la innovación sin regulación que predominó con el auge tecnológico ha demostrado ser ingenuo. Hoy, Los gobiernos comprenden que el crecimiento exponencial de estas corporaciones y sus prácticas monopolísticas deben ser limitados. La Unión Europea ha comenzado a legislar en este sentido (Ley de Servicios Digitales y Ley de Mercados Digitales), aunque para muchos observadores - y para quién escribe- estas medidas llegan tarde. En países como España, la regulación ha sido ambigua o insuficiente, dejando espacios para interpretaciones que favorecen a estas mega corporaciones actuar como si no pasase nada. Los Tribunales han sido quienes han puesto el acento en diferentes sentencias para que los gobiernos, “central y autonómicos” garantizasen la seguridad jurídica. Sin embargo, las consecuencias han sido devastadoras en sectores como el transporte urbano (por ejemplo, el taxi) o, el inmobiliario.

 

 

Resumiendo, las principales gestoras de inversión del mundo -BlackRock, Vanguard, Fidelity, Allianz, JP Morgan, entre otras- manejan un patrimonio superior a los 128 billones de dólares. Estas entidades no solo manejan dinero; manejan influencia, acceso y poder. Sus ejecutivos participan en foros económicos globales, universidades, think tanks y gobiernos. Sus vínculos con organismos como bancos centrales o ministerios de Hacienda, evidencian su capacidad para moldear las reglas del juego. Este poder económico se traduce en un control silencioso pero efectivo sobre las decisiones que afectan nuestra vida diaria: desde el precio de la vivienda, la sanidad residencia geriátricas, el transporte, hasta las políticas energéticas o el acceso a servicios digitales, etc. Pero la pregunta lógica es ¿hay sitio en el mercado para tanto gigante?

Ante este panorama, es fundamental que la ciudadanía europea y las instituciones comprendan la magnitud de este poder y, que se promueva una regulación seria y global que recupere el equilibrio entre mercado y democracia. De lo contrario, correremos el riesgo de vivir en un mundo donde el poder ya no resida en los parlamentos, sino en los despachos de los grandes fondos de inversión.

Cita: El capitalismo solo es posible gracias a la división entre lo económico y lo político, lo que hace que sea fundamentalmente antidemocrático, por tanto, los gigantes financieros y tecnológicos que están profundamente entrelazados, seguirán marcando el futuro de la economía global en detrimento de la democracia. Manu Sánchez. (Nonagésima entrega 24 de junio de 2025) - 1565

domingo, 27 de abril de 2025

Art 345 - El Poder de las grandes potencias III

 

Núm. 345 mayo 2025 - La Gaceta del Taxi

 

345 – El Poder de las grandes potencias III

 

UN PANORAMA CAMBIANTE

 

Desde 1945, tras el acuerdo de Bretton Woods, Estados Unidos lideró el orden económico mundial basado en el libre comercio, los flujos financieros y la cooperación internacional. Hoy, ese orden está siendo profundamente cuestionado, estamos presenciando un cambio drástico: se ha pulsado el "botón nuclear económico" que amenaza con demoler la arquitectura institucional de los últimos 80 años. Vivimos una reconfiguración sin precedentes del sistema económico global, comparable solo con la crisis de 1973. (José Carlos Díez, Profesor de Economía, Universidad de Alcalá de Henares).

Continuando con el nuevo Orden Económico Global y su impacto en los mercados tradicionales, dentro de este nuevo escenario, están posicionados los países emergentes agrupados en el BRICS+, integrada por potencias como Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, y nuevos miembros como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia, se fortalece gracias a su crecimiento económico y a la influencia global de sus megacorporaciones, integrándose como miembros asociados, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.

Estos países lideres en sectores claves estratégicos, han focalizado su producción creando polos industriales, zonas económicas especiales, parques tecnológicos y zonas francas: China en inversiones en infraestructuras, liderando en producción y exportación junto a México; India en tecnología, se posiciona como centro de servicios IT y farmacéuticos; Brasil, Indonesia y Sudáfrica destacan por sus reservas de minerales y alimentos; Sudáfrica e Indonesia consolidan su papel en recursos naturales y tecnología, mientras que, Brasil y México se fortalecen como hubs industriales y de exportación.

La primacía de los desafíos transnacionales ha dado paso al retorno de la geopolítica, y la hegemonía estadounidense a una estructura multipolar que ha devuelto la competición entre grandes potencias, particularmente entre Estados Unidos y China, al centro de la agenda. Por consiguiente, en todo este enjambre geopolítico-mercantil, sí China es la posición frontal de los EE.UU, no podemos dejar atrás el escalón mundial que tiene Rusia y Arabía Saudí, como países perteneciente al BRICS. Rusia es una potencia con una fuerte presencia en la economía global con un PIB de 2.021 billones USA, respaldada tanto por su gobierno como por sus megacorporaciones. Su influencia se manifiesta en sectores estratégicos como la energía, la minería, la defensa y las telecomunicaciones.

Se puede decir que, en el plano político mantiene relaciones estratégicas con los países de Asia, Medio Oriente y América Latina. Su fuerza se encuentra en los recursos naturales, al ser uno de los mayores productores de petróleo y gas natural, (domina la producción energética), representan más de la mitad de sus ingresos por exportación, controlados por el Estado ruso, a través de grandes compañías como, Gazprom  la mayor empresa de gas del mundo, con contratos clave en Europa y Asia, o, Rosneft gigante petrolero con inversiones en India, China y América Latina y, Lukoil petrolera con presencia en más de 30 países, mientras que, el sector manufacturero se centra en la industria armamentística y sistemas militares avanzados, con las empresas Rostec, conglomerado estatal de tecnología y defensa que exporta armas a más de 100 países y, Almaz-Antey fabricante de sistemas de defensa antiaérea, mientras que, la química y la siderúrgica lo controlan la empresa Norilsk Nickel en la producción de níquel y paladio, con mercados clave en China y EE.UU y, la empresa Rusal, una de las mayores productoras de aluminio del mundo. Respecto a tecnología y telecomunicaciones tienen a Yandex conocido como el Google ruso, domina el mercado de búsquedas en Rusia expandiendo servicios de IA y transporte y la ciberseguridad con clientes en todo el mundo a través de la empresa Kaspersky.

La posición de Arabia Saudí, con un PIB de 1,068 billones de dólares, lidera la economía de los países del Golfo y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Tradicionalmente dependiente de su riqueza petrolera, ha emprendido un ambicioso plan de diversificación en los mercados internacionales, a través del Fondo de Inversión Pública (PIF), con más de 700.000 millones de dólares en activos. El PIF, está expandiéndose en sectores como las energías renovables, la tecnología, el turismo, el entretenimiento deportivo y la automoción. Ha invertido en empresas clave como Tesla, Uber, Lucid Motors, Citigroup, Disney y Twitter (X), así como la compra de clubes de fútbol y la creación de la Saudi Pro League que son estrategias para consolidar su influencia global. En el ámbito energético, Aramco, la mayor petrolera del mundo, sigue siendo el pilar económico del país y su principal instrumento de poder en los mercados globales.

Por último, la Unión Europea (UE) aunque sigue siendo una potencia con un PIB de 17 billones de dólares, enfrenta una pérdida de protagonismo frente a EE.UU., China y el capital del Golfo.  A pesar de su peso histórico, la UE ha perdido protagonismo en algunos sectores estratégicos, por lo tanto, afronta una vez más un escenario de presente y de futuro difícil con la volatilidad de los mercados y las dudas sobre la sostenibilidad del modelo económico actual, ya que muchos de los activos estratégicos europeos (energía, tecnología, infraestructuras) depende de inversiones extranjeras especialmente de EE.UU, China y el Golfo. Por ejemplo: EE.UU. domina sectores como el tecnológico y el farmacéutico en Europa. Empresas como Google, Apple y Microsoft tienen más influencia en Europa que sus contrapartes locales, mientras China ha comprado participaciones en puertos, energéticas e industrias automotrices clave (como Volvo y Daimler) sin olvidarnos de Arabia Saudí y los Emiratos que están invirtiendo agresivamente, como he comentado anteriormente, en energías renovables, turismo y startups tecnológicas europeas.

Respecto al tema de energía y geopolítica, aunque puede parecer que es el talón de Aquiles porque depende en gran medida de importaciones de energía, lo que la hace vulnerable, la guerra en Ucrania es la que ha expuesto esta debilidad y, les ha hecho impulsar la búsqueda de alternativas como el hidrógeno verde y energías renovables, siendo España y Portugal quienes se postulan como proveedores de energía más rentable en la zona europea. Según Manuel Moncada, gracias a estos recursos naturales, su reserva de talento y su infraestructuras, España y Portugal están en una posición privilegiada para acelerar la reindustrialización de Europa e impulsar la expansión continental de fuentes de energía renovable competitivas. Esta es la conclusión principal del análisis realizado por la  Iniciativa Ibérica de Industria y Transición Energética (IETI).

Sus principales bancos, como HSBC, BNP Paribas y Santander y los grandes inversores europeos como Amundi, Allianz o Deutsche Bank tienen menos peso que gigantes como BlackRock, Vanguard o SoftBank, por tanto, Europa se encuentra en una posición intermedia dentro de la economía y de inversión global, con desafíos muy importantes y significativos en la dependencia energética, la pérdida de activos estratégicos y la falta de liderazgo tecnológico. frente a EE.UU., China y los inversores del Golfo (Arabia Saudí, Emiratos, Catar, etc).

No obstante, Europa se ha consolidado en ser líder en normativas y regulación, por ejemplo: el Reglamento general de protección de datos (GDPR). Su enfoque regulador en sectores como la tecnología y el medio ambiente es importante, pero necesita desarrollar estrategias más audaces para adaptarse a un mundo multipolar en constante cambio. Rezagada en innovación tecnológica a diferencia de EE.UU. y China, no ha logrado desarrollar un ecosistema de StartUps comparable a Silicon Valley o Shenzhen, y muchas de las empresas emergentes europeas son adquiridas por inversionistas extranjeros.

Ahora la pregunta clave es: ¿Tiene futuro Europa como potencia en la económica global? Pienso que depende de si misma.

El mundo avanza hacia un nuevo equilibrio multipolar en el que EE.UU., China y los inversores del Golfo en esta escalada de poder dominan el panorama económico y tecnológico, donde Europa si no reacciona inmediatamente seguirá perdiendo peso en toda esta partida de monopoly. Es por ello que, en las actuales circunstancias, se enfrenta al desafío de adaptarse y fortalecer su autonomía en sectores estratégicos. Si no refuerza su soberanía tecnológica y financiera, podría convertirse totalmente en un mercado dependiente de inversiones extranjeras, en lugar de ser un inversor global fuerte, porque estos megainversores internacionales, están redibujando la economía global, combinando poder financiero con una visión estratégica para diversificar sus beneficios más allá de los recursos naturales que tengan cada uno de ellos. Yo lo llamaría invasión.

Todo este desconcierto, me lleva a una conclusión clara: en definitiva, el poder económico ya no reside exclusivamente en manos de los Estados, sino en las megacorporaciones y fondos de inversión que operan a escala global y redibujan el mapa económico. Esta transformación afecta también a los mercados tradicionales, incluido el sector del taxi que desarrolla su actividad en el ámbito de la movilidad urbana e interurbana, no siendo inmunes a esta transformación. La digitalización, la inteligencia artificial y la irrupción de las plataformas disruptivas, han redefinido en comparsa con apoyo de las instituciones, la futura monopolización de la movilidad urbana, intentando desplazar modelos tradicionales como el servicio público del Taxi, al permitir que se genere una competencia invasiva y demoledora, con objetivos a medio y largo plazo muy definidos.

Por tanto, bajo mi opinión una opinión más, es un juego estratégico, en el que la nueva economía, la innovación tecnología y la política narcisista-egocéntrica avanzan de la mano, sin dar tregua a los modelos tradicionales. Todo un cambio de escenario. Continuará…

Cita: El mundo se encuentra en una partida de póker y solo el jugador más hábil será quien gane la mano. Manu Sánchez. (Octogésima novena entrega 27 de abril de 2025) 1583